El programa de Kast, en su capítulo “recuperemos nuestra agricultura”, aborda propuestas que implicarían “abandonar medidas prohibicionistas” sobre los criterios de protección en especies de la flora y fauna nacional, con el objetivo de aprovecharlas comercialmente.
Esta propuesta se basa en la visión de que la naturaleza debería pagar dinero a los humanos, sus “guardianes”, por el solo hecho de existir.
Si bien es notoria la irracionalidad de esta idea, lo más relevante es que plantea manera explícita la avaricia (y desesperación) empresarial por encontrar nuevos nichos de negocios, aun cuando implique sacrificar especies y territorios claves para la conservación del medioambiente.
Los puntos 599 y 560 del programa son muy claros en su intención:
559: “Es preciso avanzar en el creciente proceso de aceptación internacional que, las especies de flora y fauna, que conviven con la población humana o son influidos por esta, deban buscar el camino para ‘pagar su derecho a existir y prosperar en manos de sus guardianes’. Con ese objetivo, deben ser debidamente regulados por la autoridad mediante la generación de parques temáticos y otros emprendimientos de aprovechamiento de la flora y fauna”.
560: “se vuelve necesario que la división de recursos naturales del SAG, experimente un importante cambio en los criterios de preservación y aprovechamiento de especies nativas e introducidas. Esto, con tal que abandone medidas prohibicionistas (…)”
Si bien es brutal el contenido explicito de las propuestas, lo es también su enorme amplitud y generalidad, que sin abordar ningún caso en particular, deja la puerta abierta para que la precaria situación de la flora y fauna en el país , se vea profundizada por el saqueo de los empresarios.
En el fondo, lo que busca Kast es mantenerse por la misma senda que Piñera en materia medioambiental: profundizar una lógica extractivista que arrasa con la naturaleza, y con ello, beneficiar a unos pocos empresarios dueños del país. |