“Me llamo Txai Suruí y solo tengo 24 años, pero mi pueblo vive en la Amazonía desde hace casi 6.000 años”. Así comenzó su discurso la joven activista indígena en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), que se desarrolla en Glasgow (Escocia).
Suruí, que hizo su discurso en inglés, vestida con un atuendo tradicional y su rostro pintado, acusó a los líderes políticos de “cerrar los ojos ante la realidad”.
“Mi padre, el gran jefe Almir Suruí, me enseñó que debemos escuchar a las estrellas, a la luna, a los animales y a los árboles. Hoy, el clima se está calentando, los animales están desapareciendo, los ríos están muriendo y nuestras plantas ya no florecen como antes. La tierra está hablando y ella nos dice que no tenemos más tiempo”, alertó.
“No es 2030 o 2050. Es ahora”, enfatizó la joven. “Mientras ustedes cierran los ojos a la realidad, el defensor Ari Uru-eu-wau-wau, mi amigo desde niña, fue asesinado [en 2020] por proteger la selva. Los pueblos indígenas están en primera línea de la emergencia climática y necesitamos estar en el centro de las decisiones que se toman aquí".
Los pueblos indígenas enviaron a Glasgow a 40 representantes, mientras que el ultraderechista Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, no acudió a la Cumbre.
Criticas de ONG a Bolsonaro
El ministro de Medio Ambiente brasileño, Joaquim Leite, anunció este lunes la meta de reducción de un 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero del país, además de neutralizar la emisión de carbono hasta 2050.
El Observatorio del Clima, una red que reúne a más de 50 organizaciones, destacó que si Brasil "desea presentar un compromiso compatible con el Acuerdo de París, el objetivo debería ser un recorte de al menos el 80 %".
"El Gobierno tuvo todas las oportunidades para cambiar de rumbo. Más de un análisis muestra que Brasil tiene todas las condiciones para actuar con verdadera ambición, reasumiendo su protagonismo en el debate climático. Desafortunadamente, eso no sucederá con Bolsonaro", aseguraron desde la red. |