Cifras que duelen
Desde un punto de vista integral, la salud, el bienestar y la enfermedad son consecuencias de la interacción del hombre con su medio. En este sentido, las enfermedades que tienen un peso importante sobre la mortalidad no proceden de causas aisladas sino de un conjunto de causas biológicas, ambientales y sociales.
El partido de Moreno hace años se encuentra con uno de los índices más altos de mortalidad infantil neonatal (antes de los 28 días de vida) y posneonatal (entre los 28 y los 365 días de vida).
En el año 2013, cuando se abrió la Maternidad, 134 niños fallecieron dando un 12,9% de tasa de mortalidad infantil (TMI), ubicándose dentro de los diez distritos de los 24 partidos del conurbano bonaerense con mayores índices de TMI. Por otro lado, si tomamos en cuenta el trienio 2016 - 2018, la TMI dio como resultado un 11,2%, por encima del total nacional (9,3%) y de la PBA (9,4%). Ya en el año 2019 se dio un descenso al 10%, presentando una baja relativa en comparación con el resto del conurbano, considerando que continuó ubicándose dentro de los 10 partidos con mayores índices de TMI. [1]
Dada esta extrema razón se abrió la Maternidad en la localidad hace ocho años atrás. En ese lapso, se comprueba que con mínimas políticas públicas, se pueden revertir en parte esas cifras catastróficas. Aunque un sistema de salud en condiciones y accesible para todos es fundamental, las causas de mortalidad infantil son más profundas y estructurales y requieren de una atención integral de las condiciones de vida de las familias.
La apertura de esta institución se hizo bajo condiciones de bajo presupuesto, precarización laboral y desinversión, características de las políticas de desfinanciamiento del sistema de salud público de las últimas décadas.
Las causas de las enfermedades y posterior muerte de los lactantes, tienen responsables.
Lo que se ve dentro de la Maternidad, un reflejo de las condiciones de vida
Hablamos con una enfermera (C.) de la Maternidad que nos cuenta cómo llegan las mamás a parir, en qué condiciones viven, y qué haría falta para que se brinde un servicio de salud acorde a las necesidades.
“Partiendo de que Moreno cuenta con un 22% de pobreza, y que la mayoría de las mujeres que vienen o son desocupadas o transitan sus días buscando la manera de llegar, ni siquiera a fin de mes, viven el dia a dia, por medio de las changas o alguna ayuda que puedan recibir. El acceso al sistema de salud es dificultoso, no solamente por la accesibilidad del sistema en sí. Muchas a veces no cuentan ni siquiera para cargar la Sube, lo que hace replantearnos que la salud de las personas no solo depende del sistema de salud, también depende de la accesibilidad a un trabajo digno, con acceso a derechos elementales, como una obra social, el acceso a la educación y a la vivienda, también son indicadores de salud”.
“Cuando una mamá lleva a cabo un nacimiento, se le debe realizar una triple alta, llamada alta conjunta, que consiste en tres variables: social, médica y psicológica. Esto obviamente incluye las condiciones habitacionales para el recién nacido y la mamá. Pero se sabe que nadie cuenta con dos habitaciones en su casa y que muchos niños nacen en situaciones de calle. Ningún niño o niña debería vivir en condiciones de pobreza extrema en relación a su hogar y debería de contar con una vacante en jardín por ejemplo, si el gobierno de turno verdaderamente pensara en su salud. ¿Lo hace? La respuesta es NO”, afirma con seguridad C.
Le preguntamos sobre el acceso al agua potable en el distrito, como un derecho básico para la buena higiene y la alimentación, y esto nos contaba...
“Hay niños que se van de la Maternidad con complemento de leche en polvo, pero no tienen agua potable para prepararla. Las muertes en niños por trastornos gastrointestinales también son elevadas. Puede ser por muchas causas, pero seguramente el ambiente en el cual se desarrolla su vida y la de su mamá tenga mucha influencia”.
C. también relata un ejemplo de cuando estuvo tomado el predio de La Bibiana con más de 130 familias que necesitaban un lugar para vivir. Nos cuenta que participó solidariamente apoyando en una posta sanitaria que realizó el PTS Moreno, y allí pudo ver lo poco que le importa la salud al municipio, ya que a estos vecinos se les negaba la atención primaria por ser parte de la toma.
“Mientras mantuvimos la posta sanitaria se pudo saber las necesidades extremas que tienen en cuanto a tratamientos médicos, ayuda social, necesidades habitacionales. Estos vecinos fueron reubicados en Manantiales, zona sumamente inundable, donde el municipio solo les ofreció pallets de madera para la construcción de sus hogares.
Si pensamos en términos saludables, en medio de una de las pandemias más hostiles, ¿quién puede sostener hábitos de salud, sin agua, sin luz, sin techo que aguante una lluvia fuerte, sin calefacción segura en los días fríos, y sobrellevar el calor en los días de temperaturas sumamente altas?”.
Con respecto a las condiciones ambientales, C. lo relaciona a las condiciones de pobreza, vivienda y trabajo: “Muchas familias viven del cartoneo o del rebusque de la basura. Esos agentes contaminantes, y con poco acceso al agua potable, se terminan llevando a los hogares. Por ejemplo en Cuartel V, el camión de la basura entra unas poquitas cuadras donde está asfaltado. Eso hace que la basura permanezca mucho tiempo en el ambiente y se tengan que encargar los vecinos. Imaginate que tampoco llegan a entrar las ambulancias frente a una emergencia. Hubo un caso de un bebé que tuvo apnea y lo tuvieron que socorrer los vecinos”.
Para concluir, la trabajadora de la Maternidad nos plantea: “Así viven muchísimos vecinos, donde la palabra acceso es un signo de interrogación. El acceso a la salud pública de calidad e integral debe ser un derecho garantizado, y para hacerlo, debemos seguir exigiendo trabajo digno, vivienda y educación. Una familia, que no cuenta con un hogar digno, una cobertura social en salud y educación, es una familia que poco obtendrá por sí solo del sistema de salud”. |