Muchos se preguntan consternados cómo pudo suceder un escenario como el que vivimos el domingo 21 de noviembre. El derechista José Antonio Kast obtuvo la primera mayoría amenazando con salir presidente después de una revuelta popular que puso en tela de juicio las herencias de la dictadura.
Se fortaleció el promotor del rechazo, creador del Partido Republicano defensor de la dictadura de Pinochet y estandarte del conservadurismo chileno. Se fortaleció la extrema derecha buscando instalar un discurso contra la inmigración y por la “seguridad”. Dos argumentos que buscan chantajear y dividir a la clase trabajadora, como se vio con claridad en la manifestación anti inmigración en Iquique, en una ciudad con problemas de vivienda y azotada por la subida de precios, el discurso contra la migración es moneda de cambio de derechistas y empresarios para dividir a la clase trabajadora.
El voto de Kast sigue siendo el de una base social de derecha, pero que se endurece en un contexto de alta polarización. Por otro lado Parisi con un discurso populista de derecha, movilizó a sectores trabajadores y medios que no necesariamente les eran afines, pero que creyeron en el discurso contra los “políticos” y las elites.
Kast es una amenza contra trabajadores, mujeres y la izquierda
Kast es una amenaza contra la clase trabajadora y la izquierda. En su programa no solo retrotrae hasta los derechos más mínimos como el aborto en tres causales, la derogación de la ley de identidad de género, los subsidios solo a mujeres casadas entre otros. También incluye ataques como el aumento de la edad de jubilación y una rebaja de impuestos a los multimillonarios y grandes empresas. Es un programa de ajuste fiscal que ataca la salud y la educación pública, como también el consumo popular. Es sólo una versión más explícita y a cara descubierta del plan de los grandes empresarios y que Piñera mismo empezó a realizar, con el retiro de los IFE y una ley de presupuesto de ajuste fiscal. Además, dice explícitamente que va a perseguir al activismo y a la izquierda que se enfrente a sus intereses y plantea retroceder en demandas que protegen a los sindicatos.
Este resultado no cayó del cielo
La tarea urgente hoy es enfrentar el avance de la derecha, para esto, debemos entender cómo llegamos hasta acá. En lo inmediato muchos ponen el centro del debate es la segunda vuelta. Pero la derecha también se fortaleció en el Congreso y su programa de “orden” y ajuste fiscal contra el bolsillo popular gana terreno entre los políticos del régimen.
A diferencia de lo que plantean diversos analistas de que el slogan “no son 30 pesos, son 30 años” era solo una bandera de la izquierda alejada de los anhelos populares, lo cierto es que este resultado no cayó del cielo.
El “Acuerdo por la Paz y la nueva constitución”, de la cual Gabriel Boric fue artífice, terminó (por la pasividad que impuso) fortaleciendo a la derecha. Apruebo Dignidad llevó toda la energía de las calles a un supuesto cambio institucional que no le ha dado ningún redito al pueblo.
La decepción con la Convención Constitucional, atada a los dos tercios, a un presidente que fue salvado nuevamente en el Senado, explica en gran parte el voto de Parisi y la alta abstención.
Sin mencionar el nefasto rol de organizaciones como la CUT que no movilizaron, ni enfrentaron los ataques del gobierno de Piñera ¡En plena pandemia! incluso con el PC votando la ley que legalizó las suspensiones (despidos encubiertos) o la aprobación del Frente Amplio a la ley anti barricadas.
La oposición se ha enfrascado en maniobras institucionales mientras siguen subiendo los precios, la pandemia azotó a miles de familias con cesantía o trabajos informales. La derecha aprovechó esta debilidad avanzando en lugares claves como la Araucanía, acompañada de todos los grandes medios de comunicación empresariales que montaron una cruzada contra el pueblo mapuche e buscando instalar que esta pelea tendría relación con el “narco trafico”.
Lo que la lucha de clases abre, si no lo cierra la clase trabajadora con su propia fuerza, lo puede cerrar la misma derecha desesperada para cuidar sus intereses.
Muchos culpan a la gente, la ex concertación y el frente amplio culpan a la izquierda, pero no dicen que han pasado 2 años de la rebelión y ninguna de las demandas planteadas ha sido resuelta. Por el contrario los últimos dichos de Boric apuntan a asumir como propia la agenda de “orden y seguridad” que el mismo Piñera instaló como eje. Haciendo oídos sordos al llamado de Fabiola Campillai (quien condicionó apoyo a Boric al compromiso por “justicia y verdad para los presos de la revuelta”), incluso puso en duda el proyecto de Ley de Indulto. Por su parte, la incorporación de economistas neoliberales ligadas a la Concertación como Andrea Repetto son más bien mensajes a favor del establishment que seguirán fortaleciendo a la derecha.
Por un frente único de las organizaciones de la clase trabajadora y el pueblo para enfrentar a la derecha
Es urgente la organización de la clase trabajadora y los sectores populares para derrotar a toda la derecha y al plan de ataques de los grandes empresarios.
Para enfrentar a Kast y su bancada apoyada por el empresariado más recalcitrante, es fundamental un frente único de la clase trabajadora, junto al movimiento estudiantil, de mujeres, de DD.HH, de familiares de presos, territoriales y demás organizaciones sociales y sectores en lucha para defender hasta los mas elementales derechos. En lugares de trabajo, estudio y barrios debemos organizarnos en una campaña unitaria anti Kast.
Ya hay espacio que así lo han definido, como organizaciones de mujeres y asambleas estudiantiles que han votado por mayoría comandos anti Kast y no comandos subordinados a Apruebo Dignidad.
Va a ser con los métodos propios de la clase trabajadora, lucha y movilización, que vamos a poder derrotar a estos derechistas, no con las maniobras institucionales en alianza con la ex concertación como hasta ahora ha sido la receta reformista que solo ha terminado en frustraciones. |