En un marco en que la derecha muestra toda su misoginia y violencia hacia las mujeres, con dichos como los de Kaiser, las mujeres y disidencias tenemos el gran desafío de organizarnos ampliamente para hacerle frente al ascenso reaccionario. Sobre todo en ciudades como Arica en donde Kast y Parisi conquistaron las primeras mayorías presidenciales, mostrando la participación de sectores conservadores como el Frente Social Cristiano.
Mediante una caminata hacia la plaza, con gritos contra el machismo, el patriarcado y la hipocresía de la derecha, decenas de manifestantes llegaron a la plaza “Vivas Nos Queremos”, más conocida como la plaza del Ferro, ubicada frente a la ex- aduana. Con la participación de la familia de Joyce Tello y la gestión de la colectiva Diosas Justicieras se efectuó el cambio de nombre del lugar, en un emotivo momento por la recuperación de los espacios públicos en función de las diversidades, las mujeres y la juventud.
El agresor de Joyce Tello fue sentenciado a 40 años de cárcel, que es lo que dura la cadena perpetua en Chile, sin embargo, la búsqueda de justicia pasa también por como casos como este, en donde se cruza la brutalidad machista con la indiferencia, no se olvidan.
A la fecha, en Chile existen 35 femicidios efectuados y 145 femicidios frustrados, sólo en lo que va del 2021. Esta situación se suma a la falta de viviendas, al trabajo precario, a los bajos salarios que empujan a la dependencia económica, entre otras cosas. En este sentido es de suma urgencia enfrentar los discursos misóginos de la derecha y los sectores conservadores.
La urgencia de organizarnos contra la ultraderecha:
El escenario electoral “Kast- Boric” ha llevado rápidamente a que se formen comandos y campañas por Boric, el argumento más escuchado es que esto es en función de que no salga Kast como presidente, pero ¿es el voto el centro de la discusión? No, ya que en última instancia no significa necesariamente que la derecha “sea derrotada”, más que en el marco electoral presidencial.
Además, no podemos olvidar qué es lo que representa Boric, y la desconfianza que existe hacia la izquierda parlamentaria que además de salvar a Piñera el 15 de noviembre con el Acuerdo por la Paz, se encargó de votar leyes represivas y contrarias a los intereses del pueblo trabajador y mantuvieron total pasividad ante la xenofobia. Las últimas elecciones presidenciales mostraron el ascenso de la ultraderecha, consecuencia en gran parte de este proceder de la “izquierda” parlamentaria.
En la ciudad de Arica esto se expresó particularmente en las votaciones presidenciales y la cantidad de votos de la derecha que promueve aberraciones como negar el derecho al aborto, quitar el derecho a las disidencias de poder identificarse y perseguir a las organizaciones de izquierda legitimando detenciones por pacos de civil, entre otras cosas.
Por esto es que el centro no es “el voto” a secas, es preciso enfrentar a la derecha realmente, en las calles, y organizándonos por las demandas históricas como aborto legal y libre, educación, salud, trabajo vivienda, el fin a las AFP, etc. Esto no se resume al voto, ya que con o sin Kast la ultraderecha buscará aumentar su influencia, y Boric tampoco asegura que estas demandas se puedan conquistar, sus posiciones lo han dejado demostrado.
Sin dudas, desde el Movimiento de mujeres debemos organizarnos para poder enfrentar este nuevo escenario, pero apostando a construir una fuerza que se le oponga a esa derecha que, más allá de las votaciones, busca seguir construyéndose. Por esto es preciso exigir también a los grandes organismos sindicales como la CUT, a la Confech desde las universidades, a los centros de estudiantes a retomar la discusión hacia construir esa fuerza y no perderse en la niebla de el voto por sí solo.
|