Para quienes conocen la política rionegrina el nombre de Estanislao Cazaux no es desconocido. El abogado es nada menos que el apoderado del Partido Justicialista de Río Negro y, además, presidente del Tribunal de Cuentas de Bariloche (el “poder judicial” local).
Hay otro dato de trascendencia. Es conocida la relación cercana que Cazaux tiene con el actual ministro de Justicia y Seguridad de la Nación, Martín Soria, hijo del fallecido exgobernador Carlos Soria y uno de los referentes del Frente de Todos en la provincia.
El doctor Cazaux volvió a ser protagonista de las noticias la semana pasada, apenas conocida la detención de Diego Ravasio, uno de los asesinos del joven mapuche Elías Garay. Por los hechos ocurridos en Lof Quemquemtrew, en Cuesta del Ternero (El Bolsón), Ravasio fue detenido junto a su “socio” Martín Feilberg acusados de ser coautores de “homicidio y tentativa de homicidio agravados por el uso de armas de fuego”. Además de matar a Garay de un tiro en el tórax, dejaron gravemente herido a Gonzalo Cabrera de 25 años con dos balazos en el abdomen.
Días después de que Cazaux diera sus primeras declaraciones en favor de su defendido, en el Frente de Todos regional se levantaron tibiamente algunas voces en contra del abogado, que calificaron su accionar como “éticamente inaceptable”. Incluso hay sectores que exigen su renuncia al tiempo que demandan explicaciones a Soria, quien aún no se pronunció frente a los hechos ocurridos en Cuesta del Ternero.
Por si fuera poco, el archivo pone aún más en aprietos a Cazaux. En 2018, durante el macrismo, el abogado se ofreció para representar legalmente a familiares de Rafael Nahuel, otro joven mapuche asesinado por la Prefectura (entonces al mando de Patricia Bullrich) en Lof Lafkel Winkul Mapu de Villa Mascardi (cerca de Bariloche) el 25 de noviembre de 2017.
La participación de Cazaux como parte de la querella en el caso de Nahuel podría pensarse como contradictoria al ver que ahora defiende a asesinos de jóvenes mapuches en medio de reclamos de recuperación territorial. Pero también podría pensarse como parte de una estrategia más o menos coherente. No sería el primer caso en el que un letrado “se mete” en causas penales del lado de las víctimas para, en última instancia, buscar la forma de causar el menor daño posible a los victimarios.
Cazaux ya no patrocina a la familia de Rafael Nahuel (lo hace la APDH de Bariloche), ya no despotrica contra la Prefectura ni ninguna otra fuerza represiva nacional (hoy al mando de ANíbal Fernández) y, por el contrario, busca salvarle el pellejo a los criminales que, llenos de odio racista y clasista, arremeten a los tiros contra quienes reclaman por sus derechos elementales y ancestrales.
Vale recordar que el caso Nahuel sigue impune, pese a haber sobradas pruebas que su crimen fue ejecutado por miembros de la una fuerza federal.
Una pregunta surge por estas horas. ¿Ravasio es “compañero” de Cazaux y Soria en el Frente de Todos? Eso aún no fue confirmado. |