"Ganar o perder, pero siempre con democracia", es una de las frases que mejor definen a un personaje tan particular como lo fue Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, o simplemente Sócrates, uno de los más recordados exponentes de la Selección Brasileña. Su paso por este mundo no se limitó al mediocampo de la Verde Amarelha o el Corinthians, sino que fue más allá de la línea de cal y llevó adelante un compromiso político, que al día de hoy sigue despertando la admiración del pueblo por el que tanto luchó.
Si bien surgió en el Botafogo de Río de Janeiro, sus mayores logros los consiguió con el Corinthians de San Pablo, club en el cual se consagró campeón en tres oportunidades y, por consiguiente, como uno de los máximos ídolos. Fue ahí mismo donde también comenzó a erigir como una figura política. Gracias al fútbol pudo desarrollar una militancia con la que impulsó a uno de los movimientos más importantes, como lo fue la Democracia Corinthiana: "lo ideal sería un socialismo perfecto, donde todos tengan los mismos derechos y deberes, una concepción del mundo sin poder". Las palabras estaban en total concordancia con sus actos, pues en la corriente que integraba junto a sus colegas futbolistas, cuerpo técnico, utileros y dirigentes decidían los destinos del club por igual, en conjunto, sin que ninguna voz valga más que otra.
Sócrates manifestó en varios pasajes de su vida una frase que marcó el compromiso del Corinthians en los últimos años de la dictadura militar. El hecho de "decir por quienes no tienen el poder de hacerlo" trajo consigo intervenciones en camisetas con frases como "Quiero votar", "Derechos ya", y "Día 15 vote". Las tribunas del Estadio Pacaembu, donde el Timao jugó como local hasta hace 7 años, también mostraban mensajes reclamando el fin del gobierno dictatorial. Sin dudas, la figura del volante corinthiano y de la Selección de Brasil caló hondo en sus seguidores.
La rebeldía, el inconformismo, la medicina y la filosofía eran tres facetas que formaban parte del "Planeta Sócates". La claridad con la que se desenvolvía en el campo de juego, era la misma con la que expresaba sus ideas. Vivía el fútbol como una "batalla psicológica", donde lo humano jugaba un papel preponderante y también como el medio para conocer las "necesidades de los seres humanos". El Doctor, tal como lo llamaban por su otra profesión, fue una estrella a nivel mundial, participó del que para muchos fue el mejor Brasil de todos los tiempos, a pesar de no haber levantado la Copa del Mundo, y desde su lugar de figura del deporte llevó adelante una militancia a favor de los derechos y libertades de los brasileños, honor que lo acompañó hasta los últimos días de su vida.
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