La palabra tequio tiene origen náhuatl y hace referencia a un trabajo colectivo en beneficio de la comunidad. Que puede ir desde aportaciones materiales hasta trabajo comunitario. En la CDMX se ha impulsado el “tequio” como una estrategia más de la presente administración para acondicionar zonas que se encontraban en abandono: parques, terrenos baldíos, etc. Para estos trabajos, las diferentes alcaldías proporcionan los materiales y logística necesarios, así como personal, e invitan a los vecinos a participar en dichas labores, con la bandera de recuperar espacios públicos. Durante la administración de Claudia Sheinbaum, los “tequios” se mostraron como una de sus principales estrategias. Sin embargo, con el paso del tiempo se han convertido en algo más particular. En los centros PILARES, desde hace varias semanas comenzó a circular la indicación que, de manera periódica y dependiendo del espacio, se realizarían “tequios” a las afueras de estos centros, para poder “generar un espacio de comunidad” con los usuarios de los PILARES, a la par que se realizan actividades de recuperación de espacios. Al mismo tiempo que se valen de la ayuda de los vecinos para limpiar estas zonas.
Sin embargo, ahora la estrategia ha dado un paso más allá y los “tequios” no se realizan extramuros, sino que se usan para realizar la limpieza de algunos PILARES. La implementación de esta estrategia “coincidió” con la eliminación del personal de limpieza de varios espacios de PILARES, el cual, como en la mayoría de las dependencias de gobierno, eran personal sub contratado. ¿Qué sucederá con este personal?, ¿será despedido?, ¿lo reubicarán en otros espacios?
Desde su inauguración, varios PILARES no contaban con personal de limpieza, por lo que sus propios trabajadores se hacían cargo de estas labores. Ahora esta práctica parece extenderse en varios espacios.
La implementación de estas tareas pasa por alto la obligación que tiene el gobierno de proporcionar espacios adecuados para la atención de la población. El mantenimiento de los PILARES debe ir por cuenta del gobierno de la ciudad; eso no incluye solo infraestructura, sino también la limpieza del lugar. No basta con anunciar con bombo y platillo que se inauguran estos espacios. Hay que dotarlos de todas las condiciones necesarias para que operen. Sin embargo, hay una práctica común en la que los trabajadores de estos espacios se hacen responsables de los insumos que no se les proporciona.
Los multiusos
Como beneficiarios de programas sociales, solemos ser convocados a actividades que no tienen nada que ver con nuestro perfil de trabajadores de educación y cultura. La asistencia a las campañas de vacunación como apoyo logístico, realización de encuestas para hacerle difusión a los PILARES, y ahora como personal de limpieza de nuestros propios centros de trabajo. Estas tareas, cabe destacar, se realizar por fuera de nuestras actividades programadas, por lo que no son contabilizadas al momento de entregar nuestros reportes. Debemos destinar tiempo extra para poder cumplir con estas labores y a pesar de que no se contabilizan se nos exige que las realicemos como una indicación del gobierno central. El ser considerados como beneficiarios da pie a que nuestra condición sea ambigua dentro de todas las secretarías de gobierno. Por lo que nuestras labores y responsabilidades están desdibujadas. Prácticamente nos pueden usar para cualquier labor que consideren importante. La realización de trabajo gratuito de limpieza es tan solo una de las muchas tareas con las que pueden cargarnos. Al no contar con un contrato definido nuestras labores no están claras.
Los beneficiarios de programas sociales, en realidad somos trabajadores del estado. Cumplimos con todos los requerimientos, recibimos órdenes directas de una superior, desempeñamos labores y contamos con un pago por esas labores. Es fundamental que se nos reconozca como trabajadores y nos contraten con prestaciones de ley. Debemos tener derecho a un contrato en el que se especifiquen nuestras tareas para impedir que nos usen para cualquier tarea que se les ocurra.
No tengamos miedo a alzar la voz para exigir que se respeten nuestros derechos laborales, organicémonos para que se nos reconozca como trabajadores.
Si perteneces a estos programas ponte en contacto con nosotros, compártenos tu testimonio y organicémonos.
WhatsApp: 5574795559
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