En las últimas horas Máximo Kirchner divide su atención en dos. Por un lado, ordena la tropa y el discurso para votar este jueves a favor del Presupuesto 2022 enviado por el ministro Guzmán y hecho a la medida de garantizar el acuerdo con el Fondo Monetario. “Cualquier acuerdo con el FMI será mejor que el de Macri” aseguró este miércoles en Radio El Destape, anticipando la posición del Frente de Todos y al mismo tiempo justificando la entrega que hará el Gobierno, que no tiene nada que ver con lo que prometió en sus discursos de campaña.
Pero, por otro lado, el jefe de la bancada oficialista en Diputados ultima los preparativos para asumir la presidencia del PJ Bonaerense este sábado, después de varias idas y vueltas que todavía se dirimen en la Justicia. Mientras la impugnación de Fernando Gray -actual intendente de Esteban Echeverría y vicepresidente del partido en la provincia- llegará a la Corte Suprema, Máximo repasa los detalles de lo que busca ser un mensaje de unidad para todo el peronismo de cara a los momentos que se vienen, en una Argentina cogobernada por el Fondo.
La asunción se realizará este sábado en la histórica Quinta de San Vicente desde las 11 de la mañana y contará con la presencia de los distintos sectores que hoy integran la coalición de Gobierno. El acto será sin movilización y tendrá asistencia limitada. Buscando la foto de unidad, estarán presentes el gobernador Axel Kicillof, intendentes, legisladores, referentes de los movimientos sociales, sindicalistas y dirigentes del PJ de todas las secciones electorales. Sin embargo, en las últimas horas se conoció que Alberto Fernández no será parte de la ceremonia.
A pesar de la ausencia del presidente, sí estarán los principales funcionarios “albertistas” como el ministro Gabriel Katopodis (Obras Públicas), “Juanchi” Zabaleta (Desarrollo Social) y Jorge Ferraresi (Desarrollo Territorial y Hábitat).
La ausencia de Fernández volvió a generar dudas acerca de las internas que cruzan a la coalición, aunque ambos vienen de compartir este lunes un acto en Casa Rosada. Lo cierto es que ese encuentro y la foto que compartieron luego fue reflejado por la gran mayoría de los medios como la imagen del día, y puede leerse en sintonía con el mensaje de unidad que busca dar el peronismo de cara a lo que vendrá. Más allá de las tensiones y matices que existen al interior del Frente de Todos, después de la derrota electoral los distintos sectores de la coalición asumieron el compromiso de no sacar los pies del plato (al menos por ahora).
El acuerdo de renegociación de la deuda con el Fondo, hoy en día la principal y casi excluyente obsesión del Gobierno, no puede realizarse sin que eso implique más ajuste. Y para eso es necesario el apoyo de todos.
Terminada la campaña electoral se acabó el tiempo de los relatos y así lo demuestra el debate de estos días en el Congreso, con un proyecto que reduce las partidas en Educación, Salud y para los planes contra la violencia hacia las mujeres, o que apenas destina para vivienda la sexta parte de lo que se va a destinar para los intereses de deuda. Ese es el escenario de fondo con el que el peronismo bonaerense renovará sus autoridades y también el mensaje de unidad.
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