Originado por las tormentas eléctricas del 7 de diciembre y con ayuda del aumento de temperaturas y los fuertes vientos, el foco de incendio cercano al Lago Martin se propagó y al momento continúa fuera de control y ya comenzó la evacuación de la zona. Esos primeros días, cruciales para contener el incendio antes de que se transforme en una amenaza compleja, los propios brigadistas de Parques Nacionales denunciaron que su dotación de 25 personas es insuficiente para las 750.000 hectáreas del parque. También reclamaron por las pésimas condiciones de sus equipos, salarios, estabilidad laboral (pase a planta permanente) y jubilación anticipada por las duras condiciones de su trabajo.
Como continúa ocurriendo desde la sanción de la Ley de Bosques (26.331) el presupuesto asignado a su conservación es inferior a lo que exige dicha ley. Esta tendencia se profundiza: en el último presupuesto el Gobierno Nacional asigna un sólo 0,01% del total, siendo que la ley establece un mínimo de 0,3%. Se destinarán $22 por hectárea en todo el año, 30 veces menos que lo reglamentado en 2009.
Una semana después del inicio del incendio el Ministerio de Ambiente anunció el envío de un avión anfibio para sumar al personal del SNMF y también aprovechó para señalar que su cartera incrementó el presupuesto destinado a esta área de servicios a más de 3.000 millones de pesos. Sin embargo el medio aéreo destinado es uno adquirido en el año 2018, es decir, las graves consecuencias de los incendios en El Bolsón en febrero no fueron suficientes para justificar aumentar los recursos en forma concreta y poder dar respuestas efectivas.
Las comunidades mapuche de la región hicieron pública una carta en la que responsabilizan al ministro Cabandié y al presidente de la Administración de Parques Nacionales por el avance del fuego. Los antecedentes demuestran que los incendios ocurren en forma simultánea en distintas regiones y hacen necesaria una cantidad de recursos que el estado no garantiza. La causa es la falta de decisión política. Como se ve reflejado tanto en la falta de respuestas como en el presupuesto, la prioridad es el ajuste y no una política ambiental seria, sino extractivista para financiar al FMI que recibió ayer 1.900 millones de dólares tal como dicta su plan de pagos. |