1.- Estos últimos años hemos visto rebeliones en distintos lugares del mundo, Chile, Hong Kong, Ecuador, Colombia, Estados Unidos y más recientemente Kazajistán, lo que demuestra que la lucha de clases, base de la concepción marxista de la historia y la política , está más vigente que nunca. Porque en nuestra sociedad existe un puñado de empresarios que concentran la mayor cantidad de riqueza de la humanidad entera, mientras que las y los trabajadores, que somos la mayoría del mundo nos repartimos sus migajas.
2.- El sistema económico imperante a nivel mundial está en crisis, el capitalismo, ha demostrado esto desde el 2008, y desde el inicio de la pandemia del 2020. Provocada justamente por los propios empresarios y su sistema irracional. El covid demostró que el capitalismo es un sistema que produce sus propias crisis, hecho que ya Marx y Engels postulaban hace más de 200 años. El marxismo sirve para poder entender y enfrentar este sistema injusto.
3.- Las grandes empresas han contaminado durante siglos nuestro medio ambiente, saqueando los recursos naturales de países como el nuestro, de latinoamérica, Asia y África. Esto debido a la ambición criminal de los capitalistas de llenar sus bolsillos sin importarles cuidar el planeta de todos. El marxismo revolucionario plantea una salida que afecte los intereses de los grandes empresarios, expropiando a las empresas contaminantes y reconvirtiéndolas para que sean ecológicas, y que estén bajo el control y gestión de sus trabajadores y las comunidades.
4.- La clase trabajadora sigue siendo el sujeto de transformación social, con cerca de tres mil millones de personas esta clase social está lejos de “dejar de existir” como han planteado algunos “intelectuales”. Está compuesta por trabajadores de servicios, bancos, restaurantes, transporte, y también de industrias. Estos justos a los cesantes componen a la clase que no tiene más que su propia fuerza de trabajo para sobrevivir. Hoy, a diferencia del siglo anterior, la nueva clase obrera es más feminizada, con nuevas generaciones precarias y superexplotadas, multirracial, diversa en géneros y sexualidades, etc. El marxismo revolucionario plantea que esta clase es la que puede tomar las diversas demandas de los explotados y los oprimidos contra el sistema que sostiene las miserias para la mayoría.
5.- El capitalismo no se puede humanizar. Muchos políticos de izquierda plantean que gradualmente, paso a paso, podemos ir conquistando reformas que nos mejoren un poco la calidad de vida, o que vayamos terminado de a poco con la desigualdad y las opresiones, evolutiva y pacíficamente.. Pero las últimas décadas nos han demostrado que esto no es así. Si bien se ha demostrado que con movilizaciones, o sea, con lucha de clases se pueden arrancar nuevas reformas muy parciales el gran engaño de la estrategia reformista es hacer creer que se pueden mantener a largo plazo y de forma general en los marcos del capitalismo. La perspectiva planteada por Marx y retomada por Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo, reforma o revolución, está más vigente que nunca. Rosa Luxemburgo decía que pretender reformar el capitalismo es como querer transformar el amargo mar de la miseria capitalista con cucharadas de medidas reformistas, una tarea imposible.
“En este curso abordaremos el origen de la concepción materialista y dialéctica de Marx y Engels; el concepto de “materialismo histórico” a partir de categorías como producción, reproducción, historia y sociedad; y la relación de la teoría marxista sobre el capitalismo, con el programa socialista y comunista.” ¡SÚMATE!
Fechas: 18, 22 y 26 de enero y 1 de febrero - 18:30 hrs.
Modalidad: Híbrida: Presencial (Santiago) y conexión vía meet
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