El cuerpo de Alberto Nisman fue encontrado sin vida en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015
El 18 de enero de 2015 el cuerpo de Nisman fue encontrado en su departamento. Fue el fiscal nombrado por Néstor Kirchner para investigar el atentado a la AMIA. Antes de morir había denunciado a Cristina Kirchner y sus funcionarios por el memorándum con Irán. La derecha dijo que lo mataron. Pero aún con la derecha en el Gobierno, eso nunca se probó.
El 18 de enero de 2015 el cuerpo del fiscal Alberto Nisman fue encontrado sin vida en su departamento de Puerto Madero. Fue el fiscal nombrado por Néstor Kirchner para investigar el atentado a la AMIA.
Antes de morir había denunciado a la entonces presidenta Cristina Kirchner y sus funcionarios por el memorándum con Irán. La derecha dijo que lo mataron. Pero aún con la derecha en el Gobierno, eso nunca se probó.
El Tribunal Oral Federal 8 sobreseyó a Cristina Fernández de Kirchner y otros imputados en la denuncia formulada por el fiscal federal Alberto Nisman antes de su muerte, aún no esclarecida.
Sin que sea sorpresa para nadie, los jueces María Gabriela López Iñiguez, Daniel Obligado y José Michelini hicieron lugar a los planteos de nulidad presentados por las defensas y argumentaron que el sobreseimiento tiene lugar ya que "los hechos por los que fueran requeridos no constituyen delito".
Se trata del sobreseimiento de todos los imputados en la causa por la firma del Memorando con Irán, entre ellos la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sentencia que puede ser apelada ante la Cámara Federal de Casación Penal, conformada por los jueces Ana María Figueroa, Diego Barroetaveña y Daniel Petrone.
Su muerte fue un caso político, o más bien de campaña electoral.
Alberto Nisman fue por una década el fiscal de la causa AMIA, que debía investigar el atentado a la mutual judía para llevar justicia a los familiares de las víctimas, y optó siempre por comprar "carne podrida" de los servicios de inteligencia -en particular la CÍA- y seguir la llamada "pista iraní", en consonancia con el exgobierno de Néstor Kirchner que lo puso al frente de la investigación.
El ex fiscal no era un recién llegado a la causa, fue uno de los tres fiscales, junto a Eamon Mullen y José Babaccia, quienes en 2019 fueron condenados a dos años de prisión condicional por incumplimiento de funcionarios públicos, en el mismo juicio donde el ex juez Galeano, el primero que estuvo al frente de la investigación, también fue condenado por desvío de esa investigación. Hubo tantas irregularidades en el primer juicio de la AMIA, donde participaban el ex juez y los fiscales, que el mismo fue declarado nulo.
La noticia sorprendió a muchos. Desde la muerte del ex fiscal de la causa AMIA, la jueza venía sosteniendo junto al Partido Judicial y al Gobierno, que su muerte fue producto de un homicidio.
La jueza de San Isidro Sandra Arroyo Salgado, madre de las hijas de Alberto Nisman envió un escrito ante el juez Julián Ercolini “vengo a desistir de manera expresa de continuar ejerciendo el rol de querellante en los autos de referencia”.
Ercolini sigue la investigación por la muerte del fiscal. Nisman iba a denunciar ante el Congreso Nacional, a instancias de la entonces oposición de Cambiemos, a la entonces presidenta Cristina Kirchner por el memorándum de entendimiento con Irán.
La causa por la firma del memorándun con el país persa, que sigue el inefable juez Claudio Bonadío, es parte de la judicialización de la política que pretendió llevar adelante el gobierno de Macri.
Los carpetazos y operaciones dominan la disputa política. Una crisis profunda de la autoridad del Estado.
Cuando la política queda reducida a operaciones y carpetazos, la situación es crítica por definición, pese a que la crisis no emerja de una catástrofe económica.
La política es economía concentrada y que la segunda determine a la primera no quiere decir que no exista una relativa autonomía.
Se conoce el pasado de un violador cobijado en los “sótanos” de la Secretaría de Derechos Humanos. Aparecen las escuchas del ladrón sin destino que había entrado a robar en la casa de Sergio Massa, el paladín de la “seguridad”, en plena campaña electoral del 2013. En el audio, el hombre hoy detenido “confiesa” que, además de prefecto, era parte de alguno de los aparatos de espionaje del Gobierno.
Los “buitres” publican el crecimiento abultado del patrimonio de funcionarios nacionales. Nisman se asesinó sin pólvora. Dos barridos electrónicos y ni rastros, aunque la 22 Bersa puede no dejar huellas, según dicen los especialistas. Entonces, si se encuentran restos de pólvora es una prueba que confirma el suicidio, si no se localizan, una confirmación de que ese tipo de armas no deja rastros.
La muerte del fiscal Alberto Nisman y la extendida sospecha de que se trató de un asesinato o suicidio inducido por algún sector de los servicios de inteligencia es el marco de una actual crisis nacional de gran envergadura, que sacude al poder político. Es el Estado argentino, heredado del genocidio, el que debe sentarse en el banquillo de los acusados.
Hay dos hipótesis que dividen al oficialismo y a la oposición sobre de dónde vendría la orden para acallar al fiscal. La del kirchnerismo apunta a Diego Lagomarsino y a la mano de Antonio "Jaime" Stiuso, sector de los servicios de inteligencia heredado de los tiempos del genocidio, que está directamente vinculado a la CIA y el Mossad. Para la versión oficial, el supuesto crimen sería parte de una conspiración destituyente que busca un golpe blando contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Para la oposición derechista -incluidas las corpos mediáticas- y para un sector del imperialismo, el suicidio del fiscal responde a una operación de la inteligencia argentina dirigida por el general César Milani (tal como insinúa Elisa Carrió) o por sectores proiraníes, o directamente de la inteligencia iraní. El objetivo sería mantener el encubrimiento a favor de Irán en lo referente al atentado a la AMIA. En las dos hipótesis enfrentadas hay un denominador común: es el Estado, a través de sus funcionarios políticos y judiciales y sus servicios de inteligencia, el protagonista de una trama criminal.
Artículo originalmente publicado el 18 de enero de 2022