Alberto Fernández y Martín Guzmán anunciaron hace una semana un principio de acuerdo con el FMI, así se avaló la estafa de la deuda que contrajo Macri. Según el Gobierno se negoció con el organismo un pacto que no compromete el crecimiento de la economía, no incluye ajuste, y tampoco se aplicarían reformas como la laboral, previsional o tributaria como suele estar entre las recetas del FMI. Pareciera un acuerdo maravilloso, ¿no? Ojo que aún falta conocer la “letra chica”.
Tras el anuncio de Fernández se abrió una crisis política en el oficialismo. Un sector del Frente de Todos no quiere pagar el costo político de lo que vendrá, aunque ya avaló los recortes que hizo el Gobierno para conseguir este principio de acuerdo. La historia de Argentina con el Fondo siempre fue una película de terror y esta vez no será distinto.
Veamos cuáles son las consecuencias para la clase trabajadora de las principales medidas que se pactaron con el Fondo:
1-Ajuste fiscal: menos recursos para jubilaciones, salud, educación
Guzmán anunció que habrá una disminución del déficit primario año a año (esto significa la diferencia entre lo que recauda y lo que gasta sin considerar los pagos de deuda). Para este año el déficit fiscal primario será de 2,5 % del PIB (Producto Interno Bruto), hubo un recorte con respecto al proyecto de Presupuesto de 2022 que presentó el Gobierno de 0,8 %. Esta baja representa alrededor de $ 481 mil millones o para ejemplificar equivale a cuatro meses de pagos de una jubilación mínima para cuatro millones de adultos mayores.
El Gobierno no lo anunció (seguramente porque trae malos recuerdos), pero la segunda del FMI, Gita Gopinath, confesó que en 2025 se acordó un déficit fiscal cero. En 2001, Domingo Cavallo prometió el "déficit cero" que terminó de hundir al país en la desocupación masiva y condujo a niveles de pobreza que superaron el 50 %.
En 2021 el Gobierno ya realizó los deberes para el FMI y ajustó. Por ejemplo, ese año las jubilaciones y pensiones cayeron un 4,3 % en términos reales (es decir considerando la suba de precios) y la asignación universal por hijo (AUH) se desplomó un 11,7 % en términos reales, según dados de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Otra opción que tiene Fernández para reducir el déficit fiscal sería aumentar los ingresos, esto significa mejorar la recaudación por la vía de impuestos, el FMI sugirió cambios impositivos, pero por el momento en el Congreso se debatirán varios proyectos que conceden beneficios fiscales para el sector agroindustrial o automotriz, es decir no se van a aplicar más impuestos a los sectores que más ganan, sino que se van a perder recursos. También el Estado pierde recaudación por beneficios impositivos a la actividad minera (las que contaminan el agua, el suelo), la economía del conocimiento (empresas como Mercado Libre, Globant), y otras.
¿Cómo van a reducir el “gasto”? Por la vía de licuarlos por inflación, destinarán menos recursos para educación, salud, jubilaciones, empleados públicos, beneficiarios de programas sociales, entre otros, esto ya ve en la asignación de presupuesto para este año. El Gobierno necesita liberar esos recursos en favor de los acreedores privados y el FMI.
2-Sube el dólar y pierden los salarios
El FMI exige disminuir la brecha cambiaria, esto significa que reducir la diferencia entre el dólar oficial y el dólar blue (u otros dólares como los financieros). Según Guzmán no habrá un salto brusco del dólar oficial, sino que será gradual. Pero como es conocido cuando el dólar aumenta, también suben los precios. La inflación como viene sucediendo en los últimos años provoca que los salarios alcancen para comprar menos cosas. No es una sensación no poder llegar a fin de mes. En 2021 fue la cuarta caída consecutiva del promedio salarial. Por ejemplo, quien en octubre de 2015 con su salario compraba un kilo de pan (1000 gramos), en noviembre de 2021 pudo comprar un poco más de tres cuartos de kilo (más precisamente, 810 gramos).
3-Tarifazos de los servicios públicos
Otro aspecto que reclama el Fondo es reducir los subsidios a los servicios públicos. Esto implica subir tarifas de gas y luz que, aunque por el momento no sean tan altos como los tarifazos macristas, se aplicarán sobre ingresos populares que acumulan cuatro años de deterioro desde 2018.
Para Kristalina Georgieva, la titular del FMI, los subsidios “han sido muy generosos, no solamente con la gente pobre”. En realidad, los subsidios fueron generosos para las empresas privatizadas que controlan los servicios públicos y no ofrecen un servicio de calidad como sufrimos seguido con los cortes de luz, por ejemplo, de Edenor y Edesur.
Movilizarse para rechazar el acuerdo
Al repasar solo algunas medidas que incluirá un acuerdo con el FMI ya se puede anticipar que empeorará las condiciones de vida de las trabajadoras, los trabajadores, los adultos mayores y la juventud. Pero ¿qué hacemos ante esto? Todavía estamos a tiempo de organizarnos para enfrentarlo, el principio de acuerdo es muy cuestionado tanto por sectores afines al Gobierno como por la derecha patronal que exige un mayor ajuste.
Este martes 8 de febrero a las 18 hs, organizaciones políticas, sociales, de trabajadores y de derechos humanos se movilizarán a la Plaza de Mayo y habrá también otras movilizaciones en otros lugares del país para rechazar el pacto de entrega y ajuste con el FMI. Sumate a participar.
La única alternativa no es renegociar para hacer más tolerable el peso de la deuda, sino levantar un programa en función de los intereses del pueblo trabajador y no del capital financiero internacional. Por eso el Frente de Izquierda Unidad plantea salir a las calles para rechazar el ajuste, recuperar el salario real perdido en estos años , que ningún trabajador gane menos de lo que cuesta la canasta familiar, terminar con el trabajo precario y reducir la jornada a 6 horas, cinco días a la semana, entre otras demandas fundamentales. Por el desconocimiento soberano de la deuda pública como parte inseparable de un conjunto de medidas para desarrollar una respuesta alternativa ante la crisis y que esta vez no la paguemos los trabajadores.
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