“Esperamos, como dijo anoche el presidente de la Cámara de Diputados, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional sea aprobado muy rápidamente una vez que haya ingresado al Congreso”.
Este jueves, en su tradicional conferencia de prensa y tras regresar al país de la gira por Rusia, China y Barbados junto a Alberto Fernández, ministros, gobernadores, legisladores e intendentes, la portavoz Gabriela Cerruti hizo especial hincapié en la convicción de la Casa Rosada respecto a que el acuerdo con el FMI anunciado hace dos semanas por el Gobierno no tendrá mayores inconvenientes para ser aprobado en el Congreso Nacional.
Ante todo Cerruti afirmó que tanto Vladimir Putin como Xi Jinping le mostraron a Fernández el “beneplácito” de los gobiernos ruso y chino por el principio de acuerdo alcanzado entre la presidencia argentina y el directorio del FMI. Una forma de rebatir las críticas al Gobierno de sectores de la derecha que afirmaban que la gira por ambos países buscaba “balancear” el posicionamiento “ideológico-político” del Gobierno argentino tras el anuncio del entendimiento con el Fondo (hegemonizado por Estados Unidos).
Luego, la portavoz afirmó que “el Gobierno está muy confiado” de que el acuerdo será validado por el Congreso Nacional apenas ingrese el proyecto en ambas cámaras parlamentarias. “Creemos en la palabra del presidente de la Cámara de Diputados, que anoche mismo dijo que entendía que se va a aprobar sin mayor dificultad”, afirmó con cierto tono irónico.
En ese marco, Cerruti aseguró que “las herramientas (para lograrlo) son las que se usan en cualquier debate legislativo, el convencimiento, la argumentación para intentar que todos y todas entendamos que, en este mundo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que hemos alcanzado (sic) es el mejor acuerdo posible”. Así, busca darle una “épica” a lo que, tal como viene denunciando el Frente de Izquierda y se manifestó masivamente este marte en la Plaza de Mayo, no es más que una nueva vuelta de tuerca de la sumisión nacional a los organismos financieros manejados por las potencias imperialistas.
Para Cerruti lo importante es que el acuerdo no lo reconozca tanto el pueblo trabajador argentino sino “los gobiernos internacionales”. En ese sentido, valoró como positivo que el acuerdo lo reconozcan “aún quienes están en situaciones políticas e ideológicas muy diferentes a nosotros, lo reconoce el ala más izquierda del Partido Demócrata de los Estados Unidos o naciones como Rusia o China que han hecho saber su beneplácito por el acuerdo alcanzado (sic)”.
E insistió en uno de los (falsos) clichés del discurso oficial acerca de que este acuerdo no traerá ningún tipo de ajuste sobre la población. “Por primera vez en la historia de la Argentina y, tal vez, por primera vez en la historia del FMI, no se le requiere a la Argentina ninguna reforma estructural, no pone en duda ni en riesgo el crecimiento de la Argentina y garantiza tanto un piso de gasto en capital como un piso de gasto social que nos permite seguir adelante en la ruta del crecimiento en la cual estamos. Así que en ese marco esperamos que todos y todas puedan comprender que lo mejor que le puede pasar a la Argentina es que este acuerdo sea aprobado”, sentenció.
Por último, consultada sobre si en el Gobierno temen que haya diputados del Frente de Todos que compliquen la votación del proyecto oficial, a partir de la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque en Diputados, Cerruti buscó poner paños fríos a la interna. “Máximo Kirchner no se fue a ningún lado, sencillamente renunció a la presidencia del bloque de Diputados del Frente de Todos, pero es un integrante muy importante del Frente de Todos como del bloque del Frente de Todos y dará en el Congreso el debate que tenga que dar”, dijo al tiempo que prefirió no responder sobre la posibilidad de decenas de abstenciones oficialistas en la votación del proyecto oficialista. |