Según informaron fuentes oficiales, las víctimas son oriundas de Santiago del Estero y tras una denuncia anónima y posterior orden del Juzgado Federal de La Rioja de allanamiento en la finca ubicada en las cercanías de la Ruta Nacional Nº 38, pudieron comprobar que 40 personas se encontraban en situación de esclavitud.
La Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de La Rioja recibió el jueves 10 de febrero un alerta por parte de la línea telefónica 145 (que pertenece al Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las personas damnificadas por el delito de trata) sobre este caso.
Si bien fueron rescatados de esa situación fueron enviados inmediatamente a Santiago del Estero, su provincia de origen, “custodiados” por Gendarmería Nacional, sin siquiera comprobar el estado de salud de cada trabajador, ni su situación económica y social. Pasan de ser víctimas de trata, a estar nuevamente a la deriva, sin ninguna ayuda ni contención por parte del Estado que se mantiene cómplice de estas realidades. Mientras tanto, el hombre y la mujer responsables de la finca, quedaron, tan solo "supeditados a la causa por infracción a la Ley 26.364", ley de Prevención y Sanción de la trata de personas y asistencia a sus víctimas.
Trabajadores golondrina, precarización extrema
La historia de los trabajadores golondrina en el país ha tenido un triste historial de olvidos, silencios y encubrimientos como la desaparición de Daniel Solano en Choele Choel, Río Negro en 2011 cuando denunciaba las paupérrimas condiciones laborales de las que fue víctima.
En el documental Daniel Solano se puede ver todo el entramado que permitió la desaparición del joven salteño y la lucha de la comunidad en busca de verdad y justicia.
Esta es una postal que lamentablemente se repite con frecuencia en distintas provincias del país, que necesita de medidas concretas y eficientes para resguardar la integridad física y las condiciones de vida de miles de trabajadores y sus familias.