En momentos donde Bergoglio anunció “cambios drásticos” en la estructura interna de la Congregación de la Doctrina de la Fe frente a la crisis que atraviesa la Iglesia católica por las denuncias de abuso sexual en distintos países, que un alto integrante de la jerarquía de la institución, en juicio por abuso sexual sea asesorado y acompañado por personal enviado por el Vaticano, suena como mínimo escandaloso.
Javier Belda Iniesta comenzó a trabajar en el caso de Zanchetta en 2019, a pedido de monseñor Edgar Peña Parra- número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano- al momento de ser solicitada la orden de captura internacional que caía sobre el cura salteño al no presentarse a declarar en la justicia de Salta.
Por aquel momento Belda Iniesta ya dejaba sentada su opinión- por ende, la del Vaticano- sobre las acusaciones que pesaban sobre el protegido de Francisco al decir que los abusos sexuales, si bien están tipificados en el Código Penal argentino “en nuestros ordenamientos jurídicos se le llamaría ‘molestias’, en muchos casos puede entrar dentro del ámbito de la ‘percepción´, estamos hablando de abrazos que duran más de lo normal o que el interesado puede sentir que han durado más de lo normal. De besos que en lugar de caer en la mejilla como ustedes se saludan besándose, puedan caer en la oreja y el cuello". Para el asesor canónico, las acusaciones “deben ser demostradas y quienes hicieron las denuncias tienen que demostrar que los hechos fueron ejecutados”.
El sitio Infovaticana pudo confirmar la existencia de una denuncia en un juzgado de la ciudad de Madrid por los delitos de falsedad de documentos, fraude y robo. Así mismo habría participado como investigador en proyectos financiados con fondos públicos y cuyo ámbito de actuación se alejaban del derecho canónico por lo que podría ser un presunto delito de fraude al Estado.
Otro escándalo que rodeó a Javier Belda fue el supuesto robo de un libro denominado “incunable” (impreso antes del 1 de enero de 1501) a una congregación de monjas religiosas de Murcia. Al parecer, Belda se lo llevó para tasarlo y no lo devolvió. Todo apunta a que Belda lo vendió y dio 100.000 euros a las monjas por la venta de este libro.
Dado los “escándalos” que rodean a Belda, Zanchetta habría cambiado de abogado asesor: hoy contaría con la presencia del sacerdote Manuel Jesús Arroba Conde, quien tiene amplia experiencia en el mundo jurídico. Juez del tribunal eclesiástico de España fue nombrado en 2019 directamente por Francisco; también se desempeña como consultor de la Secretaría del Sínodo, de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, para mencionar algunos cargos.
Más allá de los discursos “progresistas” de Francisco que muestran preocupación y compromiso, los hechos demuestran que nada cambia (ni cambiará) en el Vaticano, una institución colmada de delincuentes sexuales y cuyo jefe máximo es el principal encubridor. |