Se acerca un nuevo 8 de marzo día internacional de la mujer trabajadora. Esta fecha suele ser el inicio del año político y en esta ocasión estará marcado por el comienzo de la presidencia de Gabriel Boric Font, quien ha despertado altas expectativas en amplios sectores de la población, sobre todo en el movimiento de mujeres. Un hecho a considerar es que hubo una gran votación por parte de las mujeres menores de 50 años quienes votaron por confianza, como mal menor o como voto crítico, por el candidato de Apruebo Dignidad.

La situación de la mujer trabajadora en Arica

En la ciudad, la situación de las mujeres trabajadoras se ha venido endureciendo estos últimos años de pandemia, marcados por el retroceso en la inserción y el aumento del agobio laboral, la violencia intrafamiliar también aumentó un 300%. Durante el año 2021 la tasa de informalidad de la mujer en la región alcanzó un 35,8%, mientras que en los hombres llegó al 25,3%. Muchas mujeres se ven empujadas a realizar trabajos informales por la incompatibilidad de horarios con las labores del hogar y el cuidado de sus hijos, tarea que recae sobre sus hombros.

Pero las formas de enfrentar la pandemia por parte de los gobiernos empresariales ha traído consecuencias y el desarrollo de una crisis social a nivel mundial, agudizando las condiciones de vida de la clase trabajadora y los sectores populares, obligando a cientos de miles a migrar, arrojados a situaciones como las que vemos hoy en la frontera del norte de Chile, donde finalmente son las mujeres las más afectadas. No solo deben enfrentar las precarias condiciones y las políticas represivas. Empujadas por la necesidad, cientos han sido víctimas de redes de trata, prostitución y tráfico de órganos. Los femicidios también son parte de los destinos fatales que enfrentan decenas de mujeres venezolanas que emigran.

La única salida que planteó el Gobierno de Piñera fue la de reprimir y militarizar la frontera, alentando discursos xenófobos y de odio hacia los migrantes. Si bien, Gabriel Boric asumirá el 11 de marzo, la futura Ministra del Interior, Izkia Siches, se comprometió en la extensión del Estado de Excepción una vez que asuma el nuevo gobierno, es decir, pretenden mantener militarizada la frontera con el objetivo de tener mayor “control” y “orden” a costa de mujeres, jóvenes y niños quienes quedan varados en el desierto, expuestos a condiciones climáticas extremas y a una mayor miseria. Mantener militarizada la frontera no soluciona la crisis migratoria, y quien se plantee como defensora de los derechos de las mujeres, debe rechazarla, porque la migración tiene rostro de mujer.

¡A fortalecer la organización de las mujeres trabajadoras, estudiantes y pobladoras!

En Arica se están forjando lugares de organización de mujeres de colectivas feministas en donde incluso buscan rememorar espacios como la plaza del ferrocarril actual plaza vivas nos queremos para impulsar actividades y reflexión colectiva y en donde también hay agrupaciones del Partido Socialista como el colectivo feminista Julieta Kirkwood y el frente feminista de apruebo dignidad. Esta organización que se gesta en donde hay diversas posiciones, ideas y puntos de vista debe abrirse a un espacio de asamblea permanente y coordinadora como las que existían hace años y que ayudaban mucho a poder deliberar de forma democrática los 8 de marzo u otras fechas o coyunturas y luchas importantes durante el año, sin llevar esto adelante no se busca participación y ampliar mucho más la pelea por nuestras demandas, quedando en espacios más reducidos y que muy fácilmente se diluyen en el tiempo Que no tenga como objetivo solamente transformar el 8M en un día conmemorativo sino que pelee por una perspectiva mayor, fortaleciendo la unidad y organización del movimiento de mujeres trabajadoras, pobladoras y estudiantes, para conquistar todas sus más profundas demandas. Al no haber una coordinadora en Arica se corre el riesgo de quedar alineadas a la política nacional de la Coordinadora 8M, con amplia confianza en una convención que no surgió como una conquista de la revuelta, sino que del parlamento para defender los 30 años, además que la falta de esta coordinación lleva a que para el 8M ya existan 2 convocatorias en horarios diferentes.

Por su parte, colectivas autodenominadas feministas autónomas y “clasistas” como “Las Kiltras” vienen convocando una marcha a las 18.00 hrs. Y vienen haciendo una crítica vía funa por redes sociales a organizaciones feministas que son parte del gobierno de Boric. Primero, creemos que el método para hacer estas críticas ha hecho que decaiga el nivel de la discusión, el análisis y la práctica política del movimiento de mujeres en Arica, y por el contrario somos partidarias de abrir las diferencias en espacios democráticos donde podamos deliberar y decidir.

Segundo, opinamos que para desarrollarse realmente como polo clasista es clave buscar organizar a mujeres trabajadoras y disidencias sexogenericas ampliamente pero exigiendo a los organismos de trabajadores que dirigen, como la misma CUT, que hoy mantiene todo en pasividad. Sin esto, la crítica a la institucionalidad es vacía, porque para poder actuar como oposición al gobierno de Boric una de las claves es pelear contra las burocracias y ampliar la lucha con todas aquellas mujeres que día a día viven la precarización y desigualdad debido que sus demandas no han sido resultas por años por parte de ningún gobierno y no podemos confiarnos

Desde Pan y Rosas creemos que la única forma de conquistar todas nuestras demandas es con la fuerza de las mujeres trabajadoras, pobladoras, estudiantes y migrantes, organizadas y en las calles, sin ninguna confianza en el gobierno de Boric. En este 8 de marzo, creemos que debe levantarse una asamblea abierta para discutir una convocatoria que nos una en las calles para demostrar toda nuestra fuerza y poniendo por delante nuestras demandas más sentidas como el aborto legal, libre seguro y gratuito, por un plan de acogida ante la crisis migratoria, por la libertad de todas y todos los presos políticos de la rebelión, retomando las demandas de octubre para echar abajo toda la herencia Pinochetista.