El Gobernador Axel Kicillof dió inicio al año legislativo en la Provincia de Buenos Aires con un largo discurso que incluyó un “balance de gestión”, y el anuncio de las medidas que llevará adelante en lo que queda de su mandato. Estuvo acompañado por la vicegobernadora, Verónica Magario, y por el presidente de la Cámara de Diputados, Federico Otermin. Intendentes y legisladores del oficialismo y la oposición, dirigentes sindicales y referentes sociales presentes en el recinto, siguieron de cerca las palabras del gobernador.
En modo 2023
Kicillof dividió su discurso entre lo realizado en estos dos años de gobierno, y lo que propone para el futuro de las y los bonaerenses. Cruzado por una tónica propia de campaña electoral, el gobernador no dejó lugar a dudas de que se perfila para renovar su mandato. Minutos antes de comenzar la sesión, el intendente de Ensenada, Mario Secco, adelantó su apoyo a una posible reelección de Kicillof. “Nosotros vamos a trabajar, a militar para que sea el próximo gobernador, nos parece muy buen candidato”, afirmó Secco.
Lejos de su tradicional tono confrontativo, el gobernador eligió además reconocer “la colaboración” de la oposición bonaerense en la votación de leyes importantes, diferenciándola de quienes se retiraron del recinto en medio del discurso del presidente Fernández. Recordó que fue gracias a la oposición que se pudo votar el presupuesto 2022. “En Buenos Aires, la oposición ha tenido una participación constructiva”, dijo y les agradeció.
Sobre lo hecho por su gestión, Kicillof destacó las medidas sanitarias frente a la pandemia, y remarcó la política educativa separándose en este punto de la anterior gestión de Vidal. Mencionó el trabajo de los docentes que se encuentran en el programa ATR y que fueron a buscar a los estudiantes a sus casas para que no pierdan el vínculo con la escuela, pero no dijo nada sobre la enorme precarización en la que se encuentran. Tampoco se refirió a la falta de condiciones que reclaman las y los docentes para garantizar la presencialidad educativa. Desde uno de los palcos, el dirigente de SUTEBA Roberto Baradel aplaudía de pie.
Sobre la situación de las y los trabajadores estatales de la Provincia, el gobernador del FDT aseguró, "Terminamos en buena medida con las modalidades de contratación precaria, dimos estabilidad a los trabajadores. Son más de 20 mil los trabajadores y trabajadoras alcanzadas por las políticas de regularización del empleo público". Esta declaración choca de frente con el reclamo que desde el año pasado los estatales de la Provincia vienen sosteniendo contra la reforma del régimen laboral a 40 hs, “una reforma laboral de hecho” que aumenta la precarización en el sector.
Kicillof destacó también la importante inversión que se realizó para fortalecer a la Policía Bonaerense, que en 2021 recibió más presupuesto que el destinado para salud y educación. “Se logró un hecho histórico: equiparamos los salarios con los de la policía federal", dijo y adelantó que se están reclutando 20 mil nuevos agentes de calle para llegar a 70 mil. En este momento del discurso el gobernador decidió omitir mención alguna al ministro Sergio Berni que estaba presente en el recinto, y nombró en cambio al Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde. También omitió que durante la pandemia, aumentaron los casos de gatillo fácil, los crímenes en los lugares de encierro, los abusos policiales, y los desalojos a trabajadores y a familias, en manos de la Bonaerense.
El gobernador resaltó también la obra pública como “uno de los motores de la recuperación” y agradeció a la Legislatura bonaerense por “haber votado el plan de obra pública más grande que se tenga memoria". Aseguró que se están ejecutando obras en diferentes puntos de la Provincia, como las de agua potable para la ciudad de La Plata, Berisso y Ensenada, donde miles de usuarios padecieron semanas de cortes en plena ola de calor durante el verano. El intendente PRO de la capital bonaerense, Julio Garro, fue uno de los ausentes en la apertura de sesiones.
El futuro de Kicillof, entre el ajuste y la deuda
El gobernador propuso un plan para el futuro inmediato de las y los bonaerenses que no reconoce la realidad que atraviesa la mayoría trabajadora, el ajuste en curso, ni los planes que el FMI tiene para la región.
Kicillof habló de la deuda y pidió un acuerdo “que no ahogue el crecimiento”. Luego depositó la responsabilidad en el macrismo, asegurando que “El Frente de Todos no tuvo nada que ver con el origen de la deuda. Nunca hubiéramos golpeado la puerta del FMI”, en la misma sintonía que lo hizo el presidente Fernández. Ni una palabra sobre los millones que decidió pagar a los bonistas extranjeros de la deuda que dejaron los gobiernos de Vidal y Scioli.
Más tarde afirmó, “No hay lugar para el ajuste en la provincia", desconociendo las medidas de ajuste que ya están en curso, como la reforma laboral de hecho entre los estatales, el cierre por decreto de las paritarias para salud con salarios que no alcanzan a cubrir las necesidades básicas, o la oferta salarial para docentes por debajo de la inflación. Sin ir más lejos, esa misma legislatura viene de votar un presupuesto de ajuste para este año, enviado por el gobernador Kicillof, y que fue rechazado en las calles por diferentes organizaciones.
En este contexto, Kicillof anunció el “Programa de Reconstrucción y Transformación Provincial 6x6”, con el que prometió recuperar las pérdidas de los últimos 6 años y sacar a la Provincia de la crisis. "Durante los próximos dos años vamos a destinar todos los recursos y esfuerzos a reparar, reconstruir y transformar", afirmó.
Según el gobernador, con este plan se avanzará en la pavimentación e iluminación del conurbano bonaerense, en la reparación de escuelas, hospitales, registros de las personas y la construcción de Casas de las Provincia. Este plan incluye también un “relanzamiento de la Obra Social IOMA”, basado en la modernización y digitalización de todos los trámites, según describió el gobernador.
Género y ambiente: ausentes en el discurso de Kicillof
Sobre el final del discurso, el gobernador Kicillof explicó que algunos temas quedarían “para otro momento”. En su extensa intervención eligió no decir nada sobre políticas de género, a días del 8M y de cumplirse un año de la desaparición de Tehuel; mientras la ley de cupo laboral trans no se cumple; y en una Provincia que registra altos índices de violencia machista. Ni hablar de la situación que viven las trabajadoras bonaerenses, principales afectadas por el ajuste.
Tampoco hizo mención a la problemática ambiental que acumula denuncias en diferentes lugares de la Provincia, ni al rol del flamante Ministerio de Ambiente que viene de crear a fin del año pasado y que se encuentra bajo la órbita de la Cámpora.
La situación de precarización en la que viven la gran mayoría de las y los jóvenes, también fue un ausente en el discurso del gobernador. También la falta de vivienda digna que recorre gran parte del territorio bonaerense, y que Kicillof se encargó de responder con desalojos violentos contra las familias que se organizan por un pedazo de tierra.
No es casual que el gobernador no se haya referido a estos temas, cada uno expresa gran parte de las problemáticas que van a profundizarse a medida que avance el ajuste. Lejos de los programas y anuncios que hizo el gobernador Kicillof, la realidad es que no hay futuro prometedor para las y los bonaerenses si el gobierno avanza en un acuerdo con el FMI. |