La movilización contra el acuerdo con el FMI fue multitudinaria. Sin embargo, desde los grandes medios de comunicación hacen foco en exagerar los incidentes y atacan a la izquierda para ocultar que decenas de miles de personas colmaron la Plaza del Congreso. Una campaña mentirosa que busca demonizar a quienes pelean contra esta nueva entrega.
Desde las 8 de la mañana, organizaciones políticas y gremiales comenzaron a concentrarse frente al Congreso de la Nación para rechazar el pacto con el FMI. La convocatoria, lógicamente, fue ninguneada por la mayoría de los grandes medios de comunicación durante las primeras horas del día. Los principales canales, oficialistas y opositores, compartían argumentos y machacaban desde temprano para justificar esta nueva entrega, asegurando que no había otra alternativa posible.
Pasado el mediodía la concentración comenzó a crecer y se volvió un hecho imposible de ocultar. El dron de La Izquierda Diario sobrevoló la multitudinaria manifestación, en la que más de 200 organizaciones dejaban en claro su repudio al acuerdo. Las imágenes hablaban por sí solas, con decenas de miles de personas que expresaban su profundo rechazo en la movilización. Mientras tanto, en el recinto, comenzaba la sesión que sellaría el pacto entre el Frente de Todos y Juntos, para convalidar una nueva entrega al Fondo Monetario.
Haciendo un rápido repaso por los principales diarios y canales de noticias, nada de lo que se dijo antes es fácil de encontrar. Por el contrario, bastaron algunos incidentes aislados para que los grandes medios de comunicación sacaran el foco de la masividad de la protesta y dedicaran una gran cantidad de notas en sus portales y de horas de televisión estigmatizando a la movilización y atacando a la izquierda.
“Violenta protesta”, “ataques a la policía”, “piedras y fuego” fueron algunos de los titulares que dedicaron para referirse a los incidentes entre un grupo de manifestantes que participó de la movilización y la represión policial con balas de goma. Los videos se repetían hasta el cansancio, las fotos mostraban cascotes y vidrios rotos, y el relato iba tomando forma. Una distorsión enorme, que por momentos parecía estar hablando de un parte de guerra y no de lo que realmente pasaba.
Sin ningún tipo de rigor periodístico, una nota sin firma del diario La Nación además aseguraba que “participaron de los incidentes diferentes agrupaciones y movimientos sociales identificados con el Frente de Izquierda”. Una mentira burda para confundir y atacar a la única fuerza política que rechaza de manera consecuente el acuerdo con el FMI, a diferencia de la resignación que buscan imponer quienes lo defienden.
El ataque y la estigmatización de las grandes empresas perdiodísticas a quienes denuncian este nuevo saqueo no es casual. Lo que buscan es demonizar cualquier tipo de reclamo que cuestione este nuevo pacto de coloniaje acordado por el Frente de Todos y por Juntos, y que cuenta con la complicidad del kirchnerismo que, a pesar de criticarlo públicamente, trabaja para no trabar su aprobación y evita movilizar en su contra.
Lejos de la resignación que buscan imponer y de la estigmatización hacia quienes salen a las calles a luchar, la enorme movilización de este jueves es apenas el primer paso para poner en pie una gran fuerza social que unifique a quienes siempre terminan pagando la fiesta de los grandes empresarios. Una pelea que seguramente será blanco de muchas campañas mentirosas, pero que sin duda seguirá creciendo porque lo que está en juego es el futuro de millones.