En vísperas de un nuevo aniversario de la última dictadura militar, la agrupación estudiantil “En Clave Roja” organizó una charla en la Facultad de Trabajo Social cuyas panelistas fueron Silvina Pantanali, docente de la UNLP y referente de la agrupación de mujeres Pan y Rosas y Nicole Salvatierra, luchadora de Guernica.
La charla a 46 años de la dictadura, se desarrolló a pocos días de haberse aprobado en el Congreso el acuerdo con el Fondo Monetario, algo que estuvo muy presente entre las exposiciones. La actividad contó con la participación de estudiantes de la facultad, y también con miembros de la Asamblea Permanente por Trabajo de La Plata, Berisso y Ensenada.
En su intervención, Silvina comentó como el plan económico de la dictadura se mantuvo vigente beneficiando a los dueños del país y atacando a las mayorías populares. Por eso, "aquello que pasó sigue vigente hoy en Argentina. Las mismas fuerzas políticas recicladas. Al igual que en los sindicatos siguen estando los sucesores de aquellos que dieron el golpe y hoy siguen gobernando la Argentina". En el mismo sentido, agregó, "los 30.000 detenidos desaparecidos enfrentaban ese mismo pacto que se profundiza hoy en Argentina”.
Durante la última dictadura, la deuda pública creció 5,5 veces pasando de U$S 8.085 millones en 1976 a U$S 45.065 millones en 1983, siendo el período donde más rápido creció la deuda. Tanto el Fondo Monetario como Estados Unidos fueron actores fundamentales de ese plan económico y los responsables de que los grandes empresarios hayan pasado a tener una fortuna inmensa, comenzando por la familia Macri, que pasó de tener 4 empresas a poseer 47 en los años de dictadura.
A su vez, la pobreza pasó de estar en un 4% en aquellos días a superar el 40% hoy; el poder adquisitivo de los salarios no ha parado de caer desde aquellos días. No es casual que hoy el acuerdo genere un amplio repudio y haya convocado masivas movilizaciones en todo el país mientras en el circo de la hipocresía, macristas y peronistas se estén pasando la bola del ajuste que acaban de aprobar.
“Somos el legado de la generación que luchó en los ´70”, afirmó Nicole en su intervención, en la que detalló el rol del Estado en Guernica, que hacía todo tipo de maniobras para desarmar la lucha por tierra y vivienda: “Descubrimos un mecanismo que usa el Gobierno en todas las tomas. Primero dialoga. Luego reprime", sotuvo. ”La pelea por la vivienda es una pelea política. Aún hay 800 familias que siguen sin su vivienda. Vamos a continuar la lucha”.
Además explicó cómo fue que organizaron la lucha y cómo se ganaron el derecho a pelear en la primera línea desde la “comisión de mujeres”, con métodos democráticos que ganó mucho peso y poder y apelando a la solidaridad de la clase obrera que contó con docentes que ayudaron a levantar la escuelita y personal de salud que armaron una posta sanitaria, fundamental en medio de la pandemia.
También narró cómo se organizaron en distintas comisiones para repartir las tareas. Y cómo fue que descubrieron, gracias a la ayuda de estudiantes de la universidad, que la empresa que se reclamaba dueña de las tierras del predio (Bellaco S.A.) había adquirido innumerables tierras en todo el país a través de negociados con la última dictadura de manera ilegítima.
“Con la lucha sola no alcanza. Sino que es necesario pensar estratégicamente. Porque el Estado tiene fuerzas que están armadas y nosotros, nada. Entonces pensábamos donde podíamos golpear. Donde el Estado tenía puntos débiles”.
Por último, hizo hincapié en la relación entre las luchas de la generación de los ´70 y las que llevan ahora quienes pelean por tierra y vivienda, por salud, educación y por cambiar esta sociedad así como lo hacían jóvenes de ayer: “La gente que desaparecía era gente como nosotros, con ideales con sueños con ganas de cambiar todo”.
Este 24 de marzo miles de personas estarán en las calles repudiando la impunidad de ayer y de hoy. Cuestionando a los dueños del país y sus ataques para empujarnos cada vez más a una vida miserable. En continuidad con las masivas movilizaciones que ya estuvieron rechazando el acuerdo con el FMI y la entrega del país a las decisiones que tomen desde Washington. Que otro momento sino, para tomar ese legado en nuestras manos y retomar la lucha que hace poco más de cuatro décadas hacía temblar el poder de los empresarios. Por todo esto, tenemos 30.000 razones para enfrentar al Fondo Monetario. |