Gastón Remy
| Economista, docente en la Facultad de Cs. Económicas de la UNJu. Diputado provincial del PTS - FITU en Jujuy, Argentina.
En un nuevo aniversario del golpe, se marchará en todo el país repudiando el genocidio perpetuado por los militares con la colaboración de los principales empresarios nacionales y extranjeros del país. Existen centralmente dos convocatorias, una es del espacio afín al gobierno nacional y otra de la izquierda. ¿Qué plantea cada una?
Pronto será el 46° aniversario del golpe genocida del ´76 instigado por los grandes empresarios, la Iglesia, la UCR y sectores del PJ que recibieron los servicios de los militares. Será una jornada donde se repudiará la represión del estado, se reinvidicará la memoria de los 30.000 detenidos-desaparecidos y se seguirá exigiendo el fin de la impunidad para los genocidas que perpetraron el golpe.
En Jujuy esa impunidad es particularmente grande cuando hablamos del caso de Carlos Pedro Blaquier, empresario dueño del complejo agroindustrial Ledesma S.A.A.I, él fue responsable de la llamada “Noche del Apagón”, donde 400 personas entre trabajadores, docentes, jóvenes y militantes sociales fueron secuestrados por los militares gracias al listado de personas provista por Blaquier y la logística de su empresa. Hoy este mismo empresario despide a trabajadores por denunciar enfermedades laborales ante la ART; mientras él presenta una carpeta médica fraguada para negar a declarar en el juicio de lesa humanidad.
En Jujuy al igual que en el resto del país, existirán centralmente dos convocatorias principales a movilizarse. Una es la que impulsa un sector histórico de derechos humanos conformado por familiares de desaparecidos y ex detenidos que se referencian en el kirchnerismo y el Frente de Todos. Este espacio hace una convocatoria por “la plena vigencia de los derechos humanos” y por “una justicia independiente, imparcial, transparente, democrática y con perspectiva de derechos”.
Con integrantes de este espacio venimos dando peleas comunes frente al régimen policíaco montado por Gerardo Morales en alianza con el PJ que conduce Rubén Rivarola. Exigiendo la libertad de Milagro Sala, contra los ataques permanentes a quienes nos manifestamos en las calles, represiones y detenciones como a los trabajadores del ingenio La Esperanza, Campo Verde, la proscripción al FITU a quien le impidieron que asuma Gastón Remy como diputado o más recientemente en unidad con las organizaciones sociales que tuvieron siete detenidos por luchar contra el hambre.
A la vez, que damos pelea en común contra este régimen a la medida de las grandes patronales como Blaquier, también discutimos nuestras diferencias políticas. En este caso hacia el 24 de marzo cuando desde este espacio se promueve la memoria por los 30.000 compañeros y compañeras detenidos desaparecidos a la vez que se da apoyo al gobierno nacional que en alianza con la oposición patronal de Juntxs acaba de sellar un acuerdo con el FMI para pagar la estafa de la deuda contraída por el gobierno de Macri.
El Fondo es un organismo imperialista que tiene un pasado también manchado de sangre en la colaboración con el gobierno de facto a quien le otorgó un crédito el 26 de marzo de 1976, a dos días de haberse realizado el golpe. Nos dirán que esto fue así en ese momento de la historia y que el acuerdo actual era lo “menos malo” o que críticamente tuvo el voto negativo de un sector de legisladores del FdT. Pero también la verdad es que la postura fue dejar correr el acuerdo y no apostar a la movilización de los sindicatos que dirige La Cámpora y el kirchnerismo como la CTERA, la Conadu y ConaduH, el Subte, bancarios, aeronáuticos, etc. Fue un cálculo pensando no en frenar el acuerdo, si no en preservarse dentro del FdT en miras al 2023, y si todo explota decir, “yo no fui, fue Alberto”.
Y en cada pelea común que damos en Jujuy contra el gobierno de Morales nos encontramos del otro lado al gobierno nacional que a través de Sergio Massa o el propio Alberto Fernández lo respaldan. Como también respaldan los negocios de Blaquier, los más recientes, con la Ley de Biocombustibles (elaborada incluso por Máximo Kirchner), la quita de retenciones al citrus (siendo Ledesma el principal exportador de naranjas del país) o durante la pandemia desde el ministerio de Trabajo de Nación que dejó correr la falta de seguridad sanitaria llegando al récord de obreros industriales muertos de covid-19.
La militancia bajo las banderas del “mal menor” a medida que se configura un centro político con preponderancia de la derecha deja cada vez más al descubierto los límites del relato de mejorar la realidad de las mayorías desde adentro del Estado. Por el contrario, para no caer en la impotencia que este tipo de políticas genera, se necesita redoblar la pelea independiente de los gobiernos que cerrando filas hacen sentir su impunidad en toda su dimensión como en Jujuy. Y de eso se aprovechan los Blaquier, el mismo empresario que armó una carpeta médica trucha para evitar ir a declarar al juicio de lesa humanidad que recae sobre sus espaldas ("invalidez" que contó con el aval de la Secretaria de DDHH de Nación, a cargo del camporista Pietragalla); mientras con aval del ministerio de Trabajo de la provincia despide obreros rurales que reclaman por su salud dañada en el trabajo.
La convocatoria de la izquierda
Desde la convocatoria que lanzaron los partidos del Frente de Izquierda y junto a ellos referentes de derechos humanos como Nora Ferreyra ex detenida, se plantea ligar el pedido de justicia por el genocidio durante la última dictadura y la lucha que encaraba la generación que salía a luchar en ese entonces, con los problemas que deben enfrentar los trabajadores actualmente y sus luchas.
No se puede reivindicar la memoria de los detenidos-desaparecidos, sin cuestionar el sometimiento del país al FMI, lucha que justamente encaraba la generación de militantes de los ´70.
La convocatoria del FITU junto a otras organizaciones es resultado de la coordinación y unidad que se viene construyendo con organizaciones sociales, sectores en lucha y la izquierda, expresada en las marchas contra el FMI, enfrentando los planes de ajuste con represión, detenciones y persecución en las calles, tanto de sectores patronales, como la empresa Ledesma del genocida Blaquier, como del gobierno provincial y nacional. Esta unidad es la que nos jugamos a fortalecer, ampliar y llevar a las calles en defensa del salario, los puestos de trabajo y el derecho a un trabajo genuino.
Quienes militamos en el PTS y el Frente de Izquierda te llamamos a llenar las calles este 24 de marzo para repudiar el genocidio y la impunidad, reivindicando a nuestros 30.000 compañeros/as detenidos-desaparecidos, por la cárcel a Blaquier; condenando la invasión rusa a Ucrania y reclamando que la OTAN se vaya de Europa del Este y exigiendo a las direcciones sindicales y sociales oficialistas que rompan su subordinación a los planes de ajuste de los empresarios, el gobierno y el FMI.
Otra salida a la crisis no sólo es necesaria, sino que es posible de la mano de unir a ocupados y desocupados, a los estudiantes, al movimiento de mujeres, allí está la fuerza social que puede construir una salida de fondo a todos los males de la sociedad capitalista y su Estado.
