Mientras la suba en el costo de vida afecta duramente los bolsillos populares, y comer se vuelve un lujo, en conferencia de prensa el secretario de Comercio Interior confirmaba que mantendrá el rumbo de las "políticas de canastas" que ya mostraron su fracaso.
Los programas de acuerdos de precios que garantizan ganancias millonarias para las empresas alimenticias, son parches momentáneos, no alcanzan para frenar la suba en los precios de los alimentos que en 2022 ya acumulan un 12,8 %.
Los anuncios:
*Se sumarán 60 productos de primera necesidad al programa Precios Cuidados, ampliando la canasta que ya cuenta con 1.300 productos en supermercados. Estos productos estarán accesibles en los comercios de barrio o cercanías.
De manera insólita, Feletti dijo que aún no acordaron a que precios se venderán estos productos, recién se conocerá en 15 días, junto a la renovación del programa Precios Cuidados. Es decir, Feletti tiene que negociar las nuevas condiciones junto a los empresarios de productos de bienes masivos, muchos de ellos incumplidores de estos acuerdos.
El secretario de Comercio interior comunicó en la conferencia de prensa que de acuerdo a investigaciones propias hubo un 39% de incumplimientos en los acuerdos de precios, que implicaron para los productos de esas empresas subas en promedio de 14%. Algunas de las que nombre fueron: bodegas Chandon, Coca Cola, Granix, Quilmes, Mondelez, entre otros.
*Frente a las remarcaciones que tuvieron lugar en los últimos días, tras el aviso del presidente sobre la “guerra contra la inflación”, son 580 los productos que deberán retrotraer precios al 10 de marzo. Esta medida fue acordada entre la Secretaría de Comercio Interior y la Asociación Supermercados Unidos (ASU) y con las principales empresas productoras de bienes de consumo masivo. Algunas de las cadenas que registraron mayores aumentos fueron Walmart/Changomas y el grupo Cencosud, propietario de las firmas Jumbo, Vea y Disco.
“Hay plazo hasta el lunes para retrotraer precios”, decía Feletti. Además advirtió que habrá chequeos en góndolas (no queda claro quienes realizarán esta tarea) para verificar el acatamiento de esta medida. Esperar y ver.
*La ensalada debe esperar: el secretario sostuvo que se está "armando una canasta de productos frescos en frutas y verduras.” El Indec señalaba en su último informe que "Dentro de la división Alimentos y bebidas no alcohólicas, lo que más influyó fue la suba de Verduras, tubérculos y legumbres (en algunas regiones mostró alzas superiores al 20%).” En ese rubro, las mayores variaciones del mes de febrero se vieron en: lechuga (72,7 %), tomate redondo (40,8 %), cebolla (30,8 %) y limón (27 %).
*¿Qué pasa con el pan? Los anuncios realizados en la tarde del miércoles por el secretario, se suman a otros como el Fondo estabilizador del trigo, cuya aplicación está bajo su competencia. Sobre este fideicomiso, Feletti detalló que "fijará la tonelada para la harina de consumo en $25 mil, que es el valor que tenía el trigo antes de la guerra en enero" y destacó que "el Gobierno compromete entre US$ 350 millones y 370 millones" para mantener el precio. Estas sumas serán a la vez financiadas con los 2 puntos porcentuales de suba en retenciones que se aplicaran a las empresas exportadoras de derivados de la soja. En ese marco, "la bolsa de harina industrial de 25 kilos se venderá a $1150", precisó el funcionario.
En un contexto internacional con precios récord en materias primas (trigo, soja, maíz) que se dispararon con la guerra en Ucrania, una vez más se discute cómo evitar que esa suba impacte en la mesa de los argentinos. El precio del pan pegó un salto pasando de $230 aproximado a $300 en apenas unos días. Las respuestas oficiales son medidas tímidas como la suba de las retenciones afectando una pequeña parte de la renta agraria, y que aun así generan el rechazo de las patronales del campo que ya recurrieron a la justicia. Por el momento es poco claro si el pan volverá a los valores previos a la guerra.
El gobierno intenta contentar a todos los sectores empresarios y productores, sin afectar sus márgenes de ganancias, quiénes a la vez no están dispuestos a ceder. Pero mientras tanto los salarios y los ingresos populares pierden poder de compra frente a la creciente inflación. Se necesitan medidas de fondo, como propone el FIT con el monopolio estatal del comercio exterior que termine con la especulación ligada a las exportaciones. Siendo parte de un plan de conjunto que termine con la fuga de capitales, planteando el no pago soberano de la deuda.
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