Desde lunes a las 00 hs comenzó la medida de fuerza en el ferrocarril Mitre, afectando el normal funcionamiento de los GPS de los trenes, las conexiones de internet de galpones, boleterías, estaciones y oficinas.
La medida se lleva adelante luego de exigir en reiteradas oportunidades que se complete la dotación de trabajadores en las distintas especialidades, el mejoramiento de la infraestructura en los lugares de trabajo, la reposición de herramientas y recategorización entre otros reclamos.
Los delegados de la especialidad plantearon que la medida se lleva adelante ante la negativa de la subgerencia de Trenes Argentinos a cargo de Pablo Sánchez a recibirlos. Una situación parecida se vive en otras especialidades de la línea donde se vienen realizando medidas como trabajo a reglamento ante la falta de respuestas de la empresa a los pedidos del personal. El aumento en la conflictividad expone que la gestión del ferrocarril bajo directiva del Estado Nacional está aplicando un ajuste vía vaciamiento de insumos, a la vez que congela categorías y permite que se licúen gradualmente los sueldos. Una verdadera continuidad entre gestiones macrista y peronista, en algunos casos avalada por la Justicia como hace unos días con la suspensión del ferrocarril larga distancia Constitución-Bahía Blanca.
Ante este escenario, que va en consonancia con el ajuste que lleva adelante el gobierno de Fernández en toda línea para responder a los pedidos del FMI, convocar a una asamblea general para unificar los reclamos se vuelve más necesario que nunca. Para unir fuerzas y pelear por las demandas de los sectores y por un aumento real del salario, recuperando todo lo que se perdió ante la inflación. |