Luego del intento de dialogo fallido por partes de Izkia Siches, como Ministra del Interior, en su viaje a Temucuicui, se dio a conocer el viaje del Ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, quien se reunió con el Movimiento por la Autodeterminación Mapuche, para abordar la denominada "Deuda Histórica", que tiene el Estado de Chile con el Pueblo Mapuche.

En la reunión sostenida con Aukan Huilcamán, se transmitió los principales acuerdos sostenidos en el Cerro Ñielol, plasmado en la declaración de la Cumbre del Cerro Ñielol, donde se pone énfasis en la intención de diálogo para solucionar el conflicto que hay entre Estado y Pueblo Mapuche. Todo esto además respaldado por los tratados de 1823 y 1825, celebrados por representantes mapuches y de la República de Chile.

Por otro lado, Valenzuela sostuvo, “El Ministerio de Agricultura se declara en un parlamento con el Pueblo Nación Mapuche, con sus representantes y todos aquellos que en el diálogo vean un camino fecundo”, indicó.

A pesar de las declaraciones de buenas intenciones que hay por parte del Gobierno, cabe señalar que en todo momento, el tono de diálogo no convence cuando sobre él se sigue perpetuando la prision política a luchadores mapuche, algunos de ellos incluso en huelga de hambre. Por otro lado, si la deuda histórica elude la restitución del territorio, no será posible, "el camino para la paz estructural", como señala el ministro, ya que el problema estructural reside en la expoliación, usurpación y saqueo natural parte de las grandes forestales, empresarios y latifundistas.

Sin duda que vuelve a emerger una apuesta por parte de sectores que abogan autonomía pero siguen confiando en el camino institucional de un Estado que mantiene los pilares del neoliberalismo, donde se proyecta un quehacer plurinacional pero al mismo tiempo sigue la política de criminalización y prision política, represión a los procesos de recuperación territorial -quienes hicieron una experiencia política con la vía institucional del Estado por medio de CONADI- y anulación a la posibilidad de discutir el derecho a la autodeterminación, como quedo demostrado en el arrepentimiento por parte de la ministra Siches al utilizar la palabra "Wallmapu", ante el minoritario cuestionamiento de parlamentarios en Argentina.