Pablo Hernán Alegre es estudiante de UNDAV (Universidad Nacional de Avellaneda) y trabajador de Pedidos Ya, quien fue detenido por la policía Bonaerense mientras se encontraba trabajando en las intersecciones de Av. Mitre y Las Flores, en el centro de la localidad de Wilde, ya que es frecuente que los trabajadores de las aplicaciones esperen la llegada de los pedidos en diferentes esquinas cercanas a los locales de comida.
Los hechos ocurrieron el pasado lunes 18 a las 11.30 hs cuando dos efectivos de la policía comenzaron a hostigar a los trabajadores sin ningún motivo. Uno de los jóvenes al intentar filmar la situación para protegerse fue reducido y posteriormente detenido en la Comisaría 5ta de Wilde.
En sus redes sociales el joven repartidor denunció los maltratos por parte de la policía. Primero lo metieron en la cocina de la comisaría y le sacaron sus pertenencias, luego le tomaron fotos para finalmente encerrarlo en una celda donde lo amenazaron con secuestrarle la moto, que es su herramienta de trabajo. Antes de liberarlo y habiendo pasado más de cuatro horas privado de su libertad sin causa, un policía lo amenazó diciéndole: “Pensá bien que vas a hacer, porque te tenemos fichado, tenemos fotos tuyas y de la moto”. Esta es la misma “maldita policía” que durante la pandemia desapareció y asesinó a Facundo Castro y mató con gatillo fácil a 436 pibes en los últimos 5 años, y Sergio Berni y Axel Kicillof son responsables de la integridad de estos jóvenes trabajadores de Pedidos Ya. Solamente durante el primer trimestre de la pandemia – asilamiento preventivo y obligatorio de por medio - se perpetró un abuso policial cada 12 horas.
“Estamos esperando que la fiscalía tome alguna medida para cuidar mi integridad física ya que los policías denunciados siguen en su función y todos los días los tengo que cruzar con miedo de que me hagan algo. Está claro que están empecinados a perseguir a los compañeros que se animen a denunciar.” Dijo Hernán a este medio en comunicación telefónica.
Él y sus compañeros denuncian que el maltrato que sufrieron no es un hecho aislado, sino que es parte de una práctica constante de acoso por parte de la Policía hacia los trabajadores de reparto. Como se pudo ver durante la pandemia, este sector de trabajadores fue esencial, sin embargo siguen trabajando en condiciones precarias y sin derechos laborales. Esta situación es sostenida por la empresa y avalada por el Estado, situación a la cual que suma la violencia policial que sufren de manera cotidiana.
Hay que repudiar este accionar que agrava la persecución a la juventud, y sumar la más amplia solidaridad, como lo hizo Carla Lacorte - militante por los Derechos Humanos, contra el gatillo fácil y dirigente del PTS en el Frente de Izquierda Unidad - en sus redes sociales.
|