Pablo Anino desarrolló cómo, frente a la falta de futuro para la juventud, donde la desocupación estructural combinada con las jornadas extenuantes en trabajos donde se deja la vida, hay una propuesta para mejorar las condiciones de vida del conjunto de la clase trabajadora. La reducción de la jornada laboral a 6 horas diarias y 30 horas semanales, sin reducción salarial, y el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados. Y la necesidad de una reorganización productiva sobre nuevas bases y la capacidad de la clase obrera para alcanzarlo.
|