Pablo, Ema, Milton, Tripa, Gero. Corría 2002, era mundial de las bandas pop adolescentes y también de los reality shows. Ya habían desembarcado en el país Gran Hermano, El Bar y en 2001 también Popstars, que catapultó al éxito a una banda de chicas, Bandana. Para el año siguiente la premisa fue el armado de una boy band, Mambrú. La convocatoria masculina fue lanzada en junio de 2002 y para octubre el quinteto ya estaba conformado por Pablo Silberberg, Emanuel Ntaka, Milton Amadeo, Germán “Tripa” Tripel y Gerónimo Rauch.
Vendrían después un disco de oro a las 24 horas de ser lanzado, disco triple de platino con 120.000 unidades vendidas y una gira por Perú, Paraguay, Uruguay y Chile, En 2005 y tras considerar que habían llegado al pico del éxito y la fama, Mambrú decidió separarse y continuar por separado con sus carreras solistas. Quizás por esto sea que apenas una imagen de reencuentro bastó para revolucionar las redes sociales. Veinte años después, los miembros se juntaron y recrearon una imagen que subió Tripa en Twitter y que al mismo tiempo fue subida por el resto de la banda a sus cuentas de Instagram.
Cabe destacar que desde su origen, este tipo de bandas (y en este caso bastante explícito al ser productos de un reality show) desde su concepción fueron pensados como productos prefabricados utilizando a la melodía pop como excusa: un sonido pegadizo y efectivo que excluía cualquier capacidad creativa de sus miembros y apuntados única y exclusivamente a la ampliación de las grandes y voluminosas arcas de las productoras musicales.
¿El pirata se tomará revancha?
“A veces” fue el corte con el que Mambrú se volvió masivo. Cantada y coreada por miles de adolescentes, las letras del disco se escuchaban por todos lados. 17 años después de su separación, las inminentes versiones de una vuelta a los escenarios fueron las primeras especulaciones tras la imagen que se hizo viral en las redes sociales: “fue una reunión de amigos” fue la declaración de Tripa a los medios pero también agregó que “no descartamos nada”, dejando abierta la puerta a un posible reencuentro con su público, que ya supera hoy por lo menos los 30 años.
Pero Gerónimo fue contundente: “es imposible, fue un encuentro entre amigos. Lo hacemos siempre que podemos y da la casualidad que yo estoy acá. Pero ya me vuelvo a Madrid nuevamente”. En 2017, él mismo se refirió a la posibilidad de que Mambrú volviera y coincidió en decir que no era viable: “Hace muy poco nos juntamos. Hicimos un asado y corroboramos que no nos vamos a volver a juntar. Pero más que nada porque ninguno tiene el deseo de que volvamos a ser Mambrú. Sí, vamos a seguir siendo amigos, por supuesto. Pero cada uno tiene su carrera y quieren seguir, por ese camino”. |
