El pago por colocar un stand en la Feria Internacional del Libro de Coyoacán (FILCO), que se desarrolla del 6 a l 15 de mayo, es de 10 mil pesos (según nos dicen en un stand). Con más de 100 editoriales, la recaudación rebasa un millón de pesos solo por la renta del suelo y el uso de las carpas.
Hace una semana se desarrolló otro evento, "Yucatán Expone"; más ingresos sólo por tener los jardines más concurridos de la CDMX en materia cultural. Uno de los locatarios de la zona refiere que hay eventos en donde la renta del piso se hace al margen de la Alcaldía, lo que ha representado fuertes sumas de dinero que van a parar directamente a los bolsillos de funcionarios corruptos.
En el mitin que se efectuó ayer por diversos artistas de Coyoacán, que a su vez fue un gran espectáculo cultural, el caricaturista Lalo Montes tomó el micrófono para denunciar esa bolsa millonaria que se disputan las autoridades por el cobro del uso del suelo y el motivo real por el cual los están desalojando, ya que se niegan a pagar esas fuertes sumas de dinero.
Agrupado en la asociación de Artistas a Cielo Abierto de Coyoacán, tanto él como mimos, payasos, músicos, cuenta cuentos, titiriteros, estatuas vivientes, etc., se manifestaron para denunciar que hace dos semanas Luis Manuel Serio Ordóñez, director de gobierno de la Alcaldía, recurrió a la fuerza policial para retirarlos de las jardineras. Apenas el viernes, el mismo funcionario amenazó a la artista Guadalupe Ocampo con usar a la policía cuando esta caminaba por la calle invitando a niñas y niños a su función de títeres. "Nos tratan como delincuentes" —afirmó—, y agregó que la mayoría de la población no puede pagar un espectáculo en los grandes teatros, por lo que las actividades culturales ahí realizadas son una alternativa para acceder al arte y la cultura; "Nos quieren quitar la felicidad", dice.
En la reunión que ofrecieron las autoridades, uno de los fundadores de la asociación, el mimo y payaso Moisés Miranda defendió la permanencia de los artistas y confrontó a Serio Ordóñez, exigiéndole mostrara las peticiones que algunos vecinos hicieron para que los retiraran, pues las autoridades se escudaron en estas para recurrir a la fuerza pública y desalojarlos. El mimo reviró diciéndole que no se iban a ir de ahí, exigió un convenio para que los dejaran trabajar. Mientras, las autoridades volvieron con amenazas: si cobraban por las actividades que estaban realizando en ese momento, se los iba a llevar la policía.
A su salida del encuentro, una patrulla ya se encontraba en la zona aledaña al mitin, el policía le dice a Miranda: "me llegó una orden de gobierno para que los retiremos, me mandaron pegarte"; asombrado le contesta: "pero venimos de allá", refiriéndose a la reunión.
Moisés Miranda recuerda que no es la primera vez que los quieren desalojar; desde hace 36 años han tenido el mismo problema. En esta ocasión, debido a la ofensiva operada por Luis Manuel Serio Ordóñez, los artistas estuvieron recabando firmas de apoyo de la población que por ahí pasaba.
La práctica no es nueva bajo el gobierno mexicano. Recordemos que, por ejemplo, en los años 60, las movilizaciones debían recibir un permiso del gobierno para efectuarse, mismo que era retirado 20 minutos antes (en una época sin medios de comunicación tan instantáneos como ahora) y que "justificaba" la presencia de los cuerpos policiacos para reprimir manifestaciones de descontento y disidencia social.
Se requiere la mayor solidaridad posible para evitar que se consume este golpe contra las y los artistas que no solo pierden su fuente de empleo, sino también avanza la elitización de la cultura ya que se excluye a la población trabajadora de ella. En este camino, se sigue impulsando el espacio de coordinación de las diferentes luchas del sector cultural, la próxima asamblea es el sábado 21 de mayo, en redes estaremos difundiendo la convocatoria. |