Una de las vecinas habló con La Izquierda Diario y nos comentó cuál es su situación.
Elisabeth Irusta es mamá de dos niñas de 8 y 2 años. Hasta el año pasado se encontraba alquilando en “Bajo Autopista”. El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta junto al IVC (Instituto de la vivienda), realizó un operativo censal en las viviendas y habitantes ubicados en los sectores “Bajo Autopista” y “Cristo Obrero” de la Villa 31 y 31 Bis, a través del cual se iniciaron expedientes electrónicos en el marco de la resolución Nro 59/SECISYU/2017 por medio de la cual se confiere el carácter de “beneficiario empadronado” a las personas censadas, con la promesa de adjudicarles viviendas dignas.
Un mes antes de cumplir con el otorgamiento de las viviendas a las personas censadas, Elisabeth fue desalojada del departamento que habitaba en “Bajo Autopista”, a pesar de haber cumplido con el pago del alquiler. Por este motivo, y al no encontrarse viviendo en “Bajo Autopista”, estando sin vivienda, el Gobierno de la Ciudad no le otorgó a Elisabeth el departamento prometido y por el cuál había sido censada, en reiteradas oportunidades, desde el año 2017. Empujada por la necesidad, y continuando con los reclamos de la vivienda prometida por Larreta, Elisabeth ingresó a uno de los departamentos que se encontraba vacío, y sin adjudicación.
En esta misma situación, se encuentran otras mujeres con sus hijos e hijas, tomando departamentos vacíos y sin destinatarios en uno de los núcleos del edificio 17. Mujeres, madres que se encuentran resistiendo ante las amenazas de desalojo y el hostigamiento por mensajes de Whatsapp por parte de la fiscalía.
Estas mujeres, al igual que muchos otros vecinos, a los que les prometieron viviendas, y reubicarlos, hoy siguen en lista de espera, mientras las viviendas están vacías. El gobierno mantiene las viviendas sin adjudicaciones, para especular con el negocio inmobiliario.
Teniendo como antecedentes de este tipo de dinámica política y negociados, la situación por la que atraviesan las mujeres del “Hotelito” y el desalojo violento por el cual tuvieron que pasar las mujeres de la Toma “Fuerza de mujeres”, encontraron presencia del Estado a través de topadoras y represión. La realidad del barrio es cada vez más crítica, en un país en donde el monto de una canasta de consumos mínimos en abril para un hogar de dos adultos mayores y dos menores es de $154.134. Mientras tanto la solución que el Gobierno de la Ciudad les ofrece a las familias que se encuentran en lista de espera, es un subsidio habitacional de $10.000, con el que pretenden que encuentren un lugar para alquilar. El alquiler mínimo en la Villa 31 es de $30.000, y es muy difícil encontrar un lugar que les alquile a mujeres con hijos.
La problemática habitacional es clara, miles de viviendas ociosas y negocios inmobiliarios, mientras que hay miles de familias sin empleo, o con trabajos precarizados que no llegan a cubrir la comida del mes, y mucho menos pagar un alquiler. Muchos de los habitantes de la Villa 31 son los obreros que trabajan en las construcciones de las viviendas de lujo, y muchas mujeres de la 31, son quienes trabajan siendo precarizadas limpiando en esas casas lujosas.
Es clara la prioridad del gobierno: todo para los ricos, para las familias trabajadoras nada.
El “Estado presente” se manifiesta con una burocracia que inicia expedientes que no avanzan, con fiscalías que amenazan con desalojos, con defensores que no defienden, y que ayudan a los ricos con sus negocios.
Pero las familias no se quedan de brazos cruzados: a pesar del amedrentamiento salen a luchar como lo demostraron las vecinas de “Fuerza de mujeres” que siguen luchando en las calles, y tocando todas las puertas posibles como lo expreso aquí Alicia Espinoza en el debate sobre la ley de alquileres contando la situación habitacional de los barrios populares, o en su participación en la Marcha Federal del jueves pasado. Porque saben que la unidad de los trabajadores es el camino y las fortalece para exigir vivienda digna al gobierno de Larreta.
Las y los vecinos de Guernica que después del brutal desalojo por parte del gobierno Nacional, siguen organizados en asamblea permanente donde democráticamente deciden sus pasos a seguir, buscando el apoyo de los estudiantes, las organizaciones de trabajadores, entre otros. Ellos saben que la única forma de conseguir una solución definitiva es con la lucha y en las calles confiando en sus propias fuerzas. |