Desde temprano, Tobías Olivera y Killiam Pérez estaban en el andén de la estación de Lanús aguardando el tren para llegar a su lugar de trabajo, cuando fueron increpados por oficiales de la Policía Federal. Les exigieron sus documentos, y ante la negativa, los efectivos empezaron a hostigarlos. Según relata una amiga de ellos, “Killiam es un paciente psiquiátrico. No les importó tirarlo al piso, apretarle el cuello y apoyarle la rodilla en el pecho asfixiándolo. Todo esto pasó mientras esperamos el tren en la estación. Son más de 20 policías para dos personas”
Los dos jóvenes fueron detenidos y llevados durante tres horas a un calabozo. No se trata de un hecho aislado, sino que es parte de la violencia patriarcal y machista que sufren cotidianamente las personas trans por su identidad de género. En la estación de Lanús, además, es frecuente el hostigamiento de las fuerzas policiales a jóvenes por su aspecto físico, y a trabajadores como vendedores o manteros.
Reproducimos el comunicado del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL):
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