Las editoriales de los principales diarios de este domingo mostraron que la realidad está lejos del espíritu que se expresa en las calles, que defienden el “impeachment” o un “golpe”. Tampoco se encuentra cerca del discurso petista de “amenaza golpista”. Muestran lo que venimos denunciando en Esquerda Diário: que las bravuconadas sobre el “impeachment” o “golpe” o sobre “defender la democracia con armas en las mano” son nada más que eso, bravuconadas. La realidad es que la burguesía ya centralizó al conjunto de los políticos y partidos (incluyendo al PT) pidiendo “orden y ajuste”. Lo que el petismo llama PIG (Partido de la Prensa Golpista) encabeza la operación de “gobernabilidad por el ajuste”. Los medios no convocaron ofensivamente a los actos del 16/8 y en sus editoriales no se posicionan claramente de ese lado, a pesa de afirmar que son actos “legítimos”.
El diario Folha de São Paulo afirma en su único editorial de “Itamar a Dilma”: “Las protestas marcadas para este domingo (16) en diversas ciudades de Brasil serán realizadas a contracorriente de lo que ha pasado en las esferas política y económica (…) Surgió en las aguas turbulentas, además, una pequeña tabla de salvación. Se trata de la Agenda Brasil, un paquete de medidas armado por Renan Calheiros (PMDB-AL) presidente del Senado (…) Si quisiera sacar mejor provecho de la situación, el gobierno federal debe priorizar algunos proyectos.”
Folha de São Paulo plantea destacadamente cuáles son las prioridades: “fijación del límite para la deuda de la Unión”, “disminuir el costo de la estructura burocrática” y “tornar más eficiente la gestión pública”, definición de la edad mínima para la jubilación y “reforma gradual del PIS/COFINS y del ICMS (Programa de Integración Social / Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social e Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Servicios).
Concluye diciendo que: “En el diario Valor Económico, el académico político Fernando Abrucio sugirió un camino: La mejor de las hipótesis para Dilma es ser un gobierno de transición al 2018. No es poca cosa para el país, ni para ella, si sabe tener estatura política para eso. (…) Dilma es la Itamar [Franco] de este tiempo. Que Dilma Rousseff, visualice esta última oportunidad, que paradójicamente, la historia le ofrece.” En síntesis, el diario afirma: Dilma hasta 2018 y prioridad para el ajuste y presiona a la presidenta para que se defina definitivamente por los ataques duros.
El diario Estado de São Paulo sigue la misma línea. En un editorial titulado “La legitimidad de Dilma”, que se suma a otro, afirma que “No hay cómo tomar en serio la enorme y compleja Agenda Brasil (…) para ayudar al gobierno a avanzar en el ajuste (…) el presidente del Senado podría haberse ocupado, desde hace mucho tiempo, de tareas más modestas que la elaboración de la Agenda Brasil. Además de ahorrarle a la presidenta el costo político de vetar las peores propuestas, ayudaría al gobierno a ganar tiempo en la ejecución de sus tareas. Podría haber usado su prestigio para apoyar las acciones necesarias al arreglo de las cuentas federales, como la hoja de pagos. El presidente del Senado, sin embargo, debía estar concentrado en otras prioridades. Sólo desde hace pocos días debe haber tenido tiempo para evaluar la importancia del ajuste y las reformas.”
El Estadão también manda el mensaje a Dilma, pidiendo que ella “baje la guardia” ya que la línea general es de “gobernabilidad”. Se apoyan en el discurso de la presidenta de “defensa de la democracia” para afirmar que “Si la presidenta de la República realmente tiene aprecio por la democracia, está dispuesta al diálogo y quiere ver reconocida la legitimidad de su mandato, debe tratar de calmar los ánimos de su tropa, bajar el tono y aceptar el hecho de que ella no es el Estado”. La referencia es al discurso del presidente de la CUT “de defender al gobierno con las armas en la mano”, que el dirigente luego aclaró, son “las armas de la democracia”.
El diario O Globo ya demostró que la línea no es alimentar mayores tensiones, ni siquiera abordando las manifestaciones convocadas para el fin de semana, y su tapa y editoriales tratan del “riesgo ambiental en el Amazonia” y de la crisis hídrica. Sobre la crisis política solo plantea noticias ligadas a la corrupción dejando al ya folklórico Merval Pereira con sus reclamos anti PT (por derecha). La línea es similar a la de los otros medios, prioridad con el ajuste.
No aceptamos la “gobernabilidad para el ajuste”
Las calles del domingo no expresaron la insatisfacción masiva de los trabajadores y del pueblo pobre contra Dilma y el PT sino principalmente de los sectores de la clase media. Los que sufren con los ajustes no se sienten representados por estos actos. Pero tampoco con los actos oficialistas del próximo 20/8.
Por eso insistimos en el llamado al PSOL a romper con los actos del día 20/8 y a convocar junto al PSTU y otras organizaciones y entidades ligadas a la izquierda opositora al gobierno un tercer acto. Este es el camino concreto necesario para una política que no sea ni oficialista ni que se ubique con la oposición de derecha. |