Impunidad burguesa. Los dueños de todo se rién de la remarcación de precios. Mientras el pueblo trabajador no llega a fin de mes, con 40 % de personas en situación de pobreza, el dueño de La Anónima, una de las empresas de supermercados más grandes del país, se rié de cómo responden a la inflación. Festejan en el Sheraton los 20 años de AEA. Enfrente, un acampe de organizaciones sociales reclama que bajen los precios. |
En el marco de los 20 años de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), le preguntaron al titular de la cadena, Federico Braun "¿Qué hace La Anónima con la inflación?", y respondió, entre risas: "Remarcar precios todos los días".
Federico Braun reconoció que desde su cadenas de supermercados, La Anónima, combate la inflación subiendo los precios. La Anónima, es una de las empresas de supermercados más grandes del país.
Las declaraciones se dieron en el segundo panel del foro bajo el lema "El sector privado es el factor clave para el desarrollo" y también estuvieron Paolo Rocca (Techint), Martín Migoya (Globant) y Carlos Miguens (Grupo Miguens).
En tanto, las organizaciones sociales se manifiestan para reclamar que bajen los precios, los grandes empresarios se rién de que frente a la inflación, los únicos que no pierden son ellos.
El titular de una de las principales cadenas de supermercados de la Argentina, con gran presencia en el sur del país, luego aclaró que "no somos formadores de precios, es una pequeña mentira, porque somos formadores de una parte del precio, pero en realidad trasladamos como podemos trasladar". También cuestionó los controles de precios, el empresario afirmó "creo en la absoluta libertad de precios, miles de años de historia, ya casi es ridículo hablar de control de precios".
La sed de ganancia
La inflación ya acumuló en lo que va del año un 23,1 %, y el rubro de alimentos y bebidas escaló un 28 %. Esta suba impacta con más fuerza en los sectores de menores ingresos. El fenómeno inflacionario es muy complejo, y tiene varias causas como la evolución del dólar, de las tarifas, entre otras. En este río revuelto, en el que hay precios internacionales que dieron un salto, las grandes empresas que operan en el mercado interno, en productos y servicios que no están atados directamente al dólar, aprovechan para remarcar precios para recomponer, sostener o aumentar sus ganancias.
En la carrera por preservar los márgenes de rentabilidad los grupos económicos que cuentan con mayor concentración en la producción y comercialización de las mercancías, llevan las de ganar. Según un informe de Cepa, solo las primeras seis cadenas de hipermercados y supermercados tienen 2.249 bocas de expendio, distribuidas en las principales ciudades del país. Un poder que les garantiza ubicación preferencial a la hora del consumo masivo. Las grandes firmas del sector concentran aproximadamente el 80 % de las ventas minoristas.
Por su parte, las medidas del Gobierno, controles y acuerdos de precios, son un parche y no atacan el poder concentrado que tienen las grandes empresas. Se necesitan medidas de otra clase para combatir la inflación, y medidas de emergencia, que garanticen el nivel de vida del conjunto de las mayorías trabajadoras.
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