La Izquierda Diario recibió la denuncia de una vecina de la zona de La Perla en Siquirres preocupada por la salud de su madre, una adulta mayor con condiciones de salud como diabetes e hipertensión, y que habita en una de las viviendas de madera cercanas a la finca bananera donde también trabajó su padre.
Ella se vió obligada a abandonar su casa por la situación, además comenta que hay casos de bebés y menores de edad a quiénes también le han surgido afectaciones en la piel intermitentes. Al consultar en los servicios de salud de la zona sobre la posibilidad de que los químicos están relacionados a las alergias y demás afectaciones, la única respuesta que obtuvo fue que se le brindará tratamiento a sus familiares conforme presenten brotes.
Es decir, a esta familia la bananera le generó problemas de salud por los cuáles no es obligada a responder y como familia de clase trabajadora, los servicios de la CCSS son la única opción para tratarse, pero la solución al problema no aparece ni por medio de la bananera, ni por medio de las autoridades de gobierno.
Autoridades de la Standard Fruit Company conocida también como Dole -multinacional propietaria de la finca La Perla- no han dado una respuesta a los reclamos de las vecinas y les han dicho que “los químicos no llegan hasta su casa”, pero quiénes viven las consecuencias cotidianas son ellas y aseguran que cada ocasión en que pasa el avión de riego aumenta la irritación y el dolor.
La explotación de los recursos y destrucción de la tierra vinculadas al uso de agroquímicos en bananeras es conocida ampliamente, existen también muchísimos casos donde trabajadores y trabajadoras agrícolas han reclamado por afectaciones en la salud como las que denuncian en La Perla y han ganado. Mediante la organización, sumando también la solidaridad de otros sectores, es posible que multinacionales como la Standard tengan que asumir responsabilidad por el daño que causan.
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