La Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, cuyo presidente es Federico Braun, más conocida como La Anónima, es un grupo empresarial dedicado principalmente a la gestión de supermercados. Desde 1908 en que comenzó con supermercados en Trelew, Comodoro Rivadavia y Puerto Santa Cruz entre otras. Es uno de los diez CEO más influyentes de Argentina.
Hoy posee 163 sucursales distribuidas en 83 ciudades, 10 centros de distribución, 2 frigoríficos y 1 base de transferencias. La Anónima tiene ventas por más de $ 30.000 millones y emplea a 11.500 trabajadores.
De acuerdo con el ranking FORBES, el empresario y su familia, son de los más ricos de Argentina, con una fortuna de US$ 1.300 millones.
Es la cuarta cadena local de retail del país por volumen de ventas y la segunda de capitales argentinos y una de las cadenas de supermercados que más sucursales tiene distribuidas a lo largo del territorio desde Goya a Ushuaia. Entre sus principales accionistas históricos se encuentran miembros de las familias Braun y Menéndez.
En forma paralela, integra el directorio del Banco Galicia, donde su familia controla un tercio del paquete accionario de la entidad, asociado con los Escasany y los Ayerza.
Un poco de historia, dos ejemplos que pintan de cuerpo entero a la burguesía nacional
Ambas familias fueron parte de la Sociedad Rural Argentina y propietarias de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego que llegó a tener 1.376.160 hectáreas.
Las dos familias alcanzaron en conjunto una extensión de tierra que comprendía una proporción significante de la tierra de la Patagonia sur. En 1870 miles de hectáreas fueron consignadas por los estados de Chile y Argentina a la familias Menéndez y Braun. Dichas tierras hasta entonces habían estado habitadas principalmente por pueblos originarios tales como los Onas, también llamados Selk´nam, Yámanas, Qawasqar o Alakalufes.
Según Eduardo Galeano “los grandes estancieros se organizaron y comenzó la cacería de los selk’nam”, conocido como Genocidio selk’nam. En 1910, más del 80% del territorio magallánico estaba en manos de los Braun y los Menéndez. A inicios del siglo XX, ellos presionaron junto a estancieros británicos para obtener la propiedad definitiva de la tierra. Este proceso se consolidó entre 1903 y 1906, período en que el Estado enajenó o vendió gran parte del territorio ocupado.
En 1980, durante la dictadura, La Anónima le vendió las acciones de Austral al Estado argentino, en una operación que ha sido considerado como un acto de corrupción, que involucró también la comisión de delitos de lesa humanidad. La decisión de ofrecer a la Anónima la compra de las acciones de la aerolínea, fue tomada por el ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz. Por entonces el principal accionista de La Anónima, con más de un 70%, era William Reynal, primo de Alejandro Reynal, integrante del equipo de Martínez de Hoz que por entonces se desempeñaba como vicepresidente del Banco Central; otros accionistas importantes eran Federico Braun, Pablo Braun y Eduardo Braun Cantilo.
Volviendo sobre Federico Braun y su "sincericidio"
Las declaraciones de Braun tuvieron lugar en el Foro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que se desarrolla en el Hotel Sheraton & Convention Center- Park Tower, bajo el lema "El sector privado es el factor clave para el desarrollo".
“Somos un país fallido”, disparó Federico Braun, titular de La Anónima, durante el segundo panel del encuentro por los 20 años de Asociación Empresaria Argentina (AEA). “La Argentina es un fracaso si comparamos lo que somos con lo que imaginamos hace 70 u 80 años que podíamos ser”, añadió.
El empresario supermercadista manifestó que, si bien la Constitución Nacional es liberal, el rumbo de las decisiones políticas se inclina entre “un sistema capitalista débil y uno socialista”. Y remató con la siguiente declaración “En la Argentina hay decisiones que no son correctas, para tener el país entre capitalismo y comunismo. El comunismo lo defino como que el Estado es dueño de los medios de producción. Muchas empresas estamos adoptando prácticas para que el capitalismo sea más adoptable, creíble, amigable con la sociedad. No hay buen viento para quien no sabe dónde va”, y añadió que “el único modelo es el capitalista”.
Y cerró sus palabras con un chiste de patrón, un sincericidio, “Remarcamos precios todos los días” que fue festejado por todo el auditorio de la AEA.
Federico Braun se rio de la remarcación de precios que hambrea a millones
En una clara manifestación de la Impunidad con la que se manejan las clases dominantes, Federico Braun y todos los empresarios reunidos en el coloquio de la AEA se rieron de la remarcación de precios que castiga al pueblo que no llega a fin de mes, con 40 % de personas en situación de pobreza. Enfrente, un acampe de organizaciones sociales reclamaba que bajen los precios. Una fotografía de la Argentina capitalista. Los ricos cada vez más ricos y la población trabajadora cada vez sufriendo en mayor proporción la pobreza.
La que rápidamente salió a cruzar a Braun fue la vicepresidenta Cristina Fernández quien cuestionó los dichos del CEO de La Anónima sobre la remarcación de precios, pero comparte con él como manifestó en la decimocuarta sesión plenaria de EuroLat 2022 que “el capitalismo es un sistema superior al socialismo, quedando demostrado desde que cayó el muro de Berlín”.
El acuerdo que manifiestan Cristina Kirchner y Federico Braun ante un mundo en crisis, llega a destiempo: el capitalismo hace rato ha demostrado ser un sistema de explotación y opresión con un mar de pobreza y desigualdad, y que produce guerras como la que vemos actualmente y destrucción del medioambiente. Para este año se calcula que habrá 260 millones más de pobres en el mundo.
Como señalan Fredy Lizarrague y Raul Godoy “No solo es posible sino necesario terminar con un régimen social que lleva a la irracionalidad de que hay un nuevo milmillonario y un millón de nuevos pobres cada 30 horas (según Oxfam), y que se tire a la basura el 30% de los alimentos que se producen en el mundo. Un sistema capitalista que produce guerras, hambrunas, golpes de mercado, golpes cívico militares y que avanza en forma dramática en la destrucción del medioambiente, provocando catástrofes que no tienen nada de naturales, como las mismas pandemias”.
Y agregan “Hay una alternativa a toda esta barbarie capitalista que nace de la historia de lucha de las y los explotados y oprimidos del mundo: el socialismo. La organización de la sociedad en función de las necesidades de las grandes mayorías, mediante el gobierno de las y los trabajadores organizados democráticamente desde abajo. Hay que revolucionar en forma completa el modo de producción irracional dominante hasta hoy, y con ello todo el orden social actual, pasando de una producción anárquica y desquiciada, a la planificación de la economía y esto conlleva el cuidado de nuestros “bienes comunes” como el medioambiente”. |