Vecinos autoconvocados y organizaciones socioambientales de Baradero vienen impulsando la campaña ¿Que agua tomamos, qué aire respiramos? para desarrollar un abordaje integral sobre la situación de los agrotóxicos y su impacto en el ambiente y la salud de las personas. Como parte de dicha campaña propusieron estudiar la presencia o ausencia de Glifosato y su principal metabolito (una molécula resultante producto del tratamiento) AMPA. Los resultados confirman la presencia de ambos compuestos en la orina en muestras pertenecientes a alumnos y a una docente de una misma escuela rural.
Según la Ley Nº 24.051, estos compuestos deberían considerarse Residuos Peligrosos, y por lo tanto no deberían hallarse restos de ellos en el organismo. Mauro González, integrante de la Red Local de Estudios Agroecológicos (RELEA), en diálogo con Canal Abierto explicó que “no tendría que haber ni 0,0001 de Glifosato en ningún caso, pero lo hay”.
Este estudio fue organizado desde abajo sin ningún apoyo de ninguna institución municipal ni provincial, incluso fue financiado a partir de donaciones que recolectaron los mismos vecinos. No es el primer ejemplo en que las comunidades tienen que organizarse por su cuenta para demostrar que son afectadas por el modelo agrícola basado en agrotóxicos, por ejemplo durante el 2021 llegaron a la misma conclusión en la localidad de Lobos
A pesar de que cuando se realizan estudios de manera independiente a las empresas con intereses en el agronegocio siempre se demuestra la presencia de agrotóxicos en los organismos de los seres vivos, tanto el gobierno nacional, como los provinciales, van en contra de la evidencia y siguen impulsando un modelo que es nocivo para la salud, con tal de conseguir dólares y pagar al FMI.
La reciente aprobación del Trigo HB4 va en esta dirección, a pesar de que se busque resaltar que solo tiene resistencia a la sequía, Bioceres, la empresa que se beneficia con su aprobación, insiste en que con este trigo se puede controlar la maleza con un herbicida aún más tóxico como el glufosinato de amonio.
La agroecología cuestiona este modelo de agricultura basado en el uso intensivo de agrotóxicos, y propone en cambio el uso intensivo en el conocimiento de los organismos y las relaciones entre ellos para controlar la malezas y las plagas, y los eventos climáticos desfavorables. Lo que permite mejorar la calidad de vida de las localidades rurales, y también mejorar la calidad de los alimentos que se consumen en la sociedad.
Lo único que impide iniciar una transición hacia la agroecología son los intereses de las empresas del agronegocio, pero con organización desde abajo junto a la clase trabajadora es posible quebrarla y así dar un paso más hacia la una sociedad en armonía con la naturaleza. |