Un resultado cuestionado y un sistema antidemocrático
El pasado 9 de Junio se realizaron las elecciones en la Universidad Nacional de Cuyo para definir rector, decanos, consejeros y la Federación Universitaria de Cuyo.
La lista Interclaustro, impulsada por la UCR, obtuvo el 51,33% de los votos; mientras que la lista Compromiso Universitario (impulsada por el PJ) obtuvo el 48,47%. Sin embargo, este resultado ajustado aún está en discusión, ya que, la lista opositora a la actual conducción impugnó el hecho que no se cuenten los votos en blanco, lo cual permite a la lista ganadora superar el 50% y evitar una segunda vuelta.
Asimismo, si bien en casi todas las facultades se mantuvieron los oficialismos en los decanatos, en la Facultad de Ciencias Políticas aún está abierto por un empate técnico entre la lista unitaria del PJ y la UCR (Frente Plural) y la lista kirchnerista (Encuentro por la Universidad), con acusaciones de irregularidades en las actas de escrutinio y no contabilización de los votos del PEUCE.
La crisis abierta sobre los resultados en la UNCuyo pone de manifiesto lo antidemocrático del sistema electoral que lejos está de ser una verdadera elección directa. La contabilización de los votos se realiza a través de un ponderador, donde el voto de los claustros docentes, que son una minoría en la elección, vale más del doble que el voto de les estudiantes. Además, se les impide el voto a les estudiantes de primer año. Es decir, un voto calificado más propio del Siglo XIX.
En el caso concreto, el ponderador arroja que el voto de los claustros docentes equivale a más del 50% del resultado general, cuando solamente votaron alrededor de 2700 de un total de 18.000 votantes entre todos los claustros. En cambio, el claustro estudiantil que tuvo más de 10.000 votantes, solo incide en poco más del 20% del resultado total. ¿Qué democracia es la que 2700 personas representan un 50% de los votos y 10.000 un 20%?
Las denuncias de irregularidades son varias. Sin embargo, desde el inicio las Juntas electorales no son abiertas, sino que están conformadas por ellos mismos. Absolutamente ninguna de estas listas pone el eje, y mucho menos denuncia, en el carácter antidemocrático de la elección.
Es necesario avanzar en una democratización de la universidad, con una persona una voto, claustro único docente y mayoría estudiantil en los órganos de gobierno.
Gran crecimiento del Frente de Izquierda
Cambiar autoridades para mantener al régimen intacto, fue la disputa que se dio entre los partidos tradicionales el pasado jueves. En otro polo, cientos de estudiantes y egresades votaron a la lista Desde Abajo-Frente de Izquierda como la única alternativa independiente.
La lista 4, Desde Abajo-Frente de Izquierda se conformó por la Juventud del PTS, La Izquierda al Frente, Pan y Rosas, la Juventud Socialista del MST y decenas de independientes. Este frente, sin la participación de la UJS-Partido Obrero que no se presentó en ninguna facultad, obtuvo muy buenos resultados el pasado jueves en los claustros de estudiantes y de egresades en las categorías de Consejeros superiores y directivos, como también una destacada elección en la pelea por la Federación Universitaria de Cuyo.
El Frente de Izquierda no solo mantuvo el espacio de la izquierda con respecto a las elecciones de 2019 sino que creció en la mayoría de las elecciones y facultades.
En la elección general de la FUCuyo la izquierda obtuvo el 7% de los votos creciendo más de dos puntos en relación a la misma elección en el año 2019 (5%) con muy buenos resultados en las facultades de Filosofía y Letras (18%), Artes y Diseño (12,1%), Cs. Políticas y Sociales (7,26%), Cs. Agrarias (13,6%), Cs. Exactas (7,32%), ITU (5,7%), Odontología (5,69%); Cs. Aplicadas (5,2%), Cs. Médicas (5,1%), Derecho (4,3%), Educación (4,15%), Ingeniería (3,42%), e Instituto Balseiro (40%).
La Federación Universitaria la retuvo la Franja Morada con el 52% de los votos; seguida de La Central (PJ) con el 30% y Sur, que es parte del gobierno de Suárez, con el 10%.
En el claustro de estudiantes para Conejos Superior y Directivo, donde no vota primer año, y el resto de las listas adhería a fórmulas de Decano y Rector, la izquierda también obtuvo buenos resultados. En Filosofía y Letras la izquierda sacó el 8,6% para Consejo Superior y 7% para el Directivo; en Artes y Diseño superando el 10%; en Cs. Políticas más del 5% para ambos Consejos y en Educación el 7,3%.
En el claustro de egresades la izquierda superó el 5% en Facultad de Filosofía y Letras y Ciencias Políticas para los cargos directivos; y más del 4% para el Consejo Superior que se votaba por distrito único.
De conjunto la elección ratifica la mayoría de los partidos tradicionales de la UCR y el PJ en el gobierno universitario y la FUCuyo.
La lista radical volvió a imponerse, aunque con un notado desgaste tras ocho años de gestión de Pizzi que cosecha cada vez mayores rechazos por las condiciones de estudio y trabajo. Los paros docentes por salarios y contra la precarización se hacen sentir cada vez más.
El peronismo, con una lisa unificada encabezada por el PJ más tradicional y una aliada del oscurantista Cueto, Adriana García, obtiene un crecimiento significativo respecto a las últimas elecciones. Al igual que en la Federación Universitaria donde pasaron del 23% al 30%.
En este marco, el resultado de la izquierda es más relevante aún, porque a pesar de que el peronismo crece como opositor a la Franja Morada, arrastrando el voto “útil”, también crece la izquierda como alternativa independiente.
Estos resultados hablan de miles que se sienten identificades con la izquierda que planteó en su campaña un fuerte cuestionamiento a la Universidad Isla y pelea por una UNCuyo al servicio de las y los trabajadores y el pueblo. Para terminar con una Universidad indiferente y aislada de la realidad, del hambre, la pobreza y la inflación, completamente alejada de las necesidades sociales. Una Universidad cada vez más expulsiva, que deja afuera a miles de estudiantes todos los años y que no permite el ingreso de les trabajadores. Una Universidad que hace convenios con empresas extractivistas en vez de poner sus conocimientos, su infraestructura y todas las herramientas con las que cuenta en función de resolver los grandes problemas sociales y de impulsar convenios con fábricas manejadas por sus propios trabajadores y que cuidan el ambiente. Una campaña que interpeló a miles con la necesidad de recuperar la organización y la autonomía estudiantil en unidad con les trabajadores, con las mujeres, con quienes luchan por el ambiente para transformar la Universidad.
La izquierda y les militantes de la lista Desde Abajo son parte de esa juventud que no se resigna a que le roben el futuro, que no se contenta con repartir la miseria un poco mejor como quienes se encolumnan detrás de un supuesto capitalismo eficiente. Son jóvenes que trabajan, que estudian y se organizan junto a les trabajadores para transformar la Universidad y la sociedad por una en la que las desigualdades sean cuestiones del pasado. | 
