“Se comunica a las familias que por la imposibilidad de garantizar la higiene de la institución el día lunes 27 de junio, se suspenderán las clases”, era el mensaje que empezaba a llegar a las familias de las escuelas del distrito.
Lo que ocultaba esa verdad, era que la imposibilidad se daba por la respuesta de los auxiliares de educación (más conocidos como “porteros”) al ataque del gobierno: el alto acatamiento al paro que convocó ATE, sindicato que nuclea a gran parte de los auxiliares de educación.
En sus palabras, los auxiliares me cuentan:
“Yo estoy re cansada… hace 4 meses que me prometieron que íbamos a tener gas, y eso no pasa. ¿Y sabes quién lava las cosas que los chicos usan para la merienda que preparamos nosotros con agua fría? Yo. Sé que es mi trabajo, pero ¿Sabes lo que es lavar con esa agua… congelada… y para que salgan las cosas que se quedan pegadas? Y eso es solo una…”, me decía una auxiliar de Jardín de infantes.
“Nosotros paramos todos. Dijimos basta porque esta escuela es gigante y faltan, por lo menos 10 auxiliares más… los de SOEME (Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación. Otro de los sindicatos de auxiliares) pasaron. Dijeron que iban a poner más, pero no hicieron nada… y acá es difícil porque encima hay compañeras que no tienen fuerza para mover las cosas. Ni que hablar del sueldo. Yo tengo que hacer changas cuando salgo de acá porque no alcanza para nada. Hay hambre”, me comentaba otro auxiliar de una escuela secundaria.
“Tengo 31 años de trabajo… me quise jubilar… ¿Sabes que me querían dar? ¡38% de lo que cobraba en actividad! ¿¡Quién puede vivir con menos de 40mil pesos hoy!? Y ahí los de ATE, no me dieron bolilla. También hay muchos compañeros que no se quieren pelear…”, me decía una jubilada.
Claro… muchas veces los auxiliares son tratados como trabajadores de segunda porque “tienen que limpiar, para eso les pagan” como si ellos fueran sirvientes o esclavos.
Este lunes, dijeron basta.
Como dice Lorena, no alcanza. Las demandas de los auxiliares son muchas y no están desligadas de las necesidades del sistema educativo y de las familias de la escuela que no sólo vieron reducido el “bolsón” de alimentos, sino que ven reducidos sus salarios o mismo necesitan de la escuela para poder ir a trabajar. Y de ahí muchas veces viene el enojo de éstas familias con la escuela. Por eso los trabajadores de la educación, sean docentes o auxiliares, tenemos que tender lazos y unir las peleas entre nosotros y con las familias y estudiantes, porque esa es la única forma que vamos a poder enfrentar los ataques que se están dando, y los que aun quieren imponer, a pedido del plan del FMI.
Desde la Marron de Tres de Febrero, dimos todo nuestro apoyo al paro de los auxiliares y los impulsamos con ellos, a la vez que exigimos que la conducción de SUTEBA y el FUD llame a parar en rechazo al ataque del gobierno del (cada vez menos) progre Kicillof. Y no solo una declamación de twitter o Facebook. Está claro que esto tiene que ser un punto de apoyo para construir un plan de lucha democrático y desde las escuelas para enfrentar estos ataques. |