Javier Milei viene dejando cada vez más claro de que se trata la libertad que tanto proclama. Desde la facilidad para que cualquier individuo pueda portar armas, como en los Estados Unidos (donde se vienen sucediendo las matanzas), hasta la posibilidad de vender órganos. Aberraciones que le vienen ganando un repudio cada vez mayor.
Este martes, en una entrevista con Ernesto Tenembaum, el economista dio la nota al negarse a descartar de plano la venta de niños. “Todo depende” afirmó ante la pregunta del periodista, quién le consultó si estaba de acuerdo con la venta de niños. “Yo si tuviera un hijo no lo vendería”, dijo.
“¿Pero la respuesta no es “no”?“ le consultó otro de los periodistas que lo entrevistaban. “Si te preguntan si estás de acuerdo con la venta de niños”. “No, depende”, dijo Milei. “No porque depende, digamos depende en qué términos estés pensando”.
Luego pasó a explicar que el se considera paleolibertario. Claro, es que no caben dudas que la “libertad” de la que habla Milei atrasa siglos y cada vez suena más parecida a la de los mercaderes de esclavos, quienes consideraban a los seres humanos su propiedad.
No deja de ser llamativo que, hace pocos días atrás, el precandidato a Presidente festejó la desición de la Corte Suprema de los Estados Unidos, que revocó el fallo que despenalizaba el derecho el aborto en ese país.
Parece que está a favor de la libertad de vender hijos, pero en contra del derecho a decidir sobre su cuerpo de las propias mujeres. ¿Libertad para todos, menos para las mujeres y los niños?
Milei sueña que no haya más derecho que el de la propiedad privada y la libertad de los empresarios de poder explotar sin freno. Lo que no tiene en cuenta es que siglos de lucha de los trabajadores y el conjunto de los oprimidos le ponen un freno a derechistas desenfrenados como él en su búsqueda permanente de ganancias.
Es cuestión de enfrentar hoy también su discurso reaccionario para verdaderamente tirar su oscurantismo al basurero de la historia de una buena vez. |