Ya no quedan dudas de los privilegios con los que cuenta el exobispo de Salta Gustavo Zanchetta, quien consiguió la prisión domiciliaria luego de ser haber sido condenado a cuatro años de cárcel por abuso sexual contra dos exseminaristas.
La decisión fue tomada por la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, integrada por María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López y Héctor Fabián Fayos. El lugar elegido para el cumplimiento del beneficio será en una casa para curas jubilados, ubicada en el Monasterio de Monjas Concepcionistas de Nueva Orán.
El abogado defensor del cura abusador, Darío Palmier, aseguró que es "por su delicado estado de salud". "El fallo es conforme a derecho, respetando los derechos humanos. Zanchetta va a poder ser atendido de acuerdo a su dolencia y esperamos responda favorablemente al tratamiento", aseguró el letrado.
Ni bien se conoció la noticia, el repudio de sobrevivientes fue inmediato. "Me parece tan injusta la justicia, Zanchetta no pasó ni un año preso y con tantas mentiras que hay de fondo, aún así, le han cedido la prisión domiciliaria, sabiendo que va a un lugar donde acuden niños, mujeres. La justicia no está velando por la sociedad como tendría que hacerlo", dijo uno de los exseminaristas denunciantes a Salta/12. Así mismo denunció que el lugar donde será recibido, recibe de forma diaria niños y niñas: "Una persona con una denuncia por abuso sexual no puede estar cerca de niños”.
Por su parte, la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina emitió un comunicado donde denuncian "el accionar del tribunal en favor de la Iglesia Católica", al otorgar el beneficio domiciliario a "un abusador y manipulador que desde su rol de jerarca se aprovechó de personal vulnerables". |