El domingo pasado Jonathan Romo fue detenido por la Policía de Córdoba en La Falda luego de sufrir una crisis nerviosa. Contra todos los protocolos de actuación, en lugar de brindar asistencia médica y psicológica, fue llevado a una comisaría donde finalmente murió con lesiones internas que queda por determinar si fueron provocadas por la misma policía que lo detuvo. La muerte en cárceles y comisarías no es algo nuevo para la policía de Córdoba, o cualquier policía del país, sobran ejemplos de muertes producto de detenciones arbitrarias y golpizas durante las detenciones y en las mismas comisarías.
Hace un mes Ezequiel Castro era detenido en la ciudad de Córdoba, en situaciones poco claras y sin un motivo claro, para luego ser trasladado a la UCA, su familia recién supo de su paradero cuando fue internado en el Hospital Misericordia de la ciudad donde finalmente falleció producto de la golpiza que recibió mientras estaba en la UCA, según denuncian sus propios familiares, que se movilizaron pidiendo justicia.
Podemos nombrar entre muchos otros casos, la muerte de Vanesa Castaño en la cárceles de mujeres , donde también la policía es señalada como responsable o la muerte de Cristian Guevara en 2016 luego de ser detenido entre 12 policías y haber sido golpeado brutalmente y hasta atacado con una picana eléctrica, para luego informar a su familia que se había ahorcado por sí mismo en su celda mientras estaba detenido en la comisaría.
La impunidad de décadas que se construye día a día en la policía de Córdoba cuenta con el brazo judicial que archiva estas causas y con la complicidad de los altos mandos donde los policías a lo sumo son transferidos a otros lugares donde vuelven a asesinar o cometer delitos.
Al respecto la Legisladora y Concejal (MC) Laura Vilches, dirigente del PTS expreso lo siguiente:
Bracamonte y el caso Basaldua
Tal y como era mencionado en el tweet anterior y varios medios reflejaron, uno de los altos jefes policiales separados luego del caso de Jonathan Romo, el comisario Diego Bracamonte, ya había estado implicado en el caso del asesinato de Cecilia Basaldua, en el cual al día de hoy no se sabe que sucedió a pesar del pedido de justicia de su familia. En un primer momento se había acusado como responsable del crimen a una persona que la propia familia señalaba que no había tenido ninguna responsabilidad. Bracamonte fue el responsable de llevar adelante la investigación del caso Basaldua tal y como él mismo declaró, por ende fue el responsable de la acusación sin ningún tipo de fundamentos buscando cerrar rápidamente el caso. La detención de quien no había tenido ninguna responsabilidad le había valido a Bracamonte el ascenso al cargo del cual hoy fue separado, jefe de la división departamental Punilla Norte. Las irregularidades de la actuación de Bracamonte ya habían sido señaladas en el juicio por la familia de Cecilia Basaldua y su abogada. | 
