El pasado miércoles 6 de julio, los docentes de Panamá iniciaron un paro que originalmente estaba planteado para durar 72 horas, sin embargo, ante los ataques del gobierno decidieron convertirlo en un paro indefinido, como parte de las protestas que se han dado por el alza de los combustibles y los alimentos en aquel país. Señalaron que la respuesta dada por el gobierno de Laurentino Cortizo fue “no satisfactoria”, ya que el gobierno mantiene el bajo presupuesto educativo y se ha negado a atender las problemáticas de ese sector.
Así, el secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá (Asoprof), Fernando Ábrego, declaró que "la huelga se ha decretado de carácter indefinido", producto de que el presidente de la nación centroamericana no presentara opciones válidas en una mesa de diálogo instalada en la provincia interior de Veraguas. Ya que consideraron que, en palabras del secretario general “no hay voluntad de parte del Gobierno para hallar soluciones”, pues no se está escuchando realmente a los maestros ni a los sindicatos, de esa forma la huelga se ha extendido de forma generalizada en el gremio magisterial.
Por otro lado, Veraguas, denunció que “el Gobierno intenta desmovilizar al pueblo”, con la mesa de diálogo, la cual es dirigida por la ministra de Educación, Maruja Gorday, ya que sólo dan largas al ver que a la protesta nacional están creciendo sumando a: “estudiantes, asociaciones de padres y sindicatos de todo el país”. En ese sentido, en algunas de las grandes manifestaciones, los profesores están exigiendo mejores condiciones educativas con pancartas y consignas, como: “El pueblo está pidiendo que se congele el combustible, está pidiendo escuelas dignas”.
El contexto de la lucha del magisterio panameño
A principios del mes de julio, el presidente Cortizo anunció que su administración fijaría el precio de la gasolina y el diesel en $3.95 por galón durante tres meses a partir del 15 de julio, lo que generaba inflación y un aumento en los precios, no sólo de los combustibles, también de los productos de la canasta básica. Como parte de las políticas de ajuste que el Gobierno viene aplicando, de la mano del Fondo Monetario Internacional (FMI), provocando el creciente aumento del costo de vida para el pueblo trabajador.
Durante las últimas dos semanas se han dado protestas en todo el país contra los precios galopantes del combustible y la canasta básica familiar y contra las políticas antiobreras del gobierno, en la que han intervenido diversos sectores sindicales como la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (CONUSI), además de los ya mencionados docentes. Por ejemplo, el martes 12 de julio se convocó a una gran marcha nacional en la Ciudad de Panamá y otras ciudades del país para mostrar el gran rechazo popular a las políticas de ajuste.
El proceso se extendió masivamente a otros sectores como los estudiantes de la Universidad de Panamá; indígenas mediante la Coordinadora Nacional de los Pueblos Indígenas de Panamá y muchas otras asociaciones regionales; obreros a partir del poderoso sindicato de la construcción Suntracs, quienes pararon por 24 horas, en él se agremian los trabajadores del Canal de Panamá y de toda la construcción; también se hizo presente el sector salud.
Cabe destacar que en los tres años del Gobierno de Cortizo se han implementado políticas para descargar la crisis sobre el pueblo panameño, las cuales sólo benefician a los empresarios, quienes durante la pandemia han aprovechado para incrementar sus ganancias, dejando a miles de trabajadores en la calle con los despidos. También son estos empresarios los que hoy se benefician con el aumento de los combustibles, quienes lo hacen a costa de precarizar la vida de miles de trabajadores.
Los maestros al frente
En las protestas ha sido muy importante el gremio magisterial, al ser un sector que tiene una importante influencia en la población, que es el que con más fuerza ha hecho escuchar su lucha mediante la huelga, además de que no sólo exige que bajen los precios del combustible, sino que se mejore la calidad de la educación y de vida de la población. Quienes lo anunciaron en un pliego de 32 puntos entre ellos elevar a 6 % el presupuesto para la educación, actualmente del 3.5 %, lo cual fue lanzado desde la Alianza Pueblo Unido por la Vida, en la que el gremio magisterial está organizado junto a casi una decena de sindicatos y organizaciones sociales.
En ese sentido los maestros podrían ponerse al frente de la lucha, para conseguir no sólo mejores condiciones para la educación, sino para el pueblo trabajador, ya que han demostrado ser un ejemplo de combatividad para enfrentar al gobierno y sus planes, ya que han contribuido a mostrar el camino hacia la unidad y combatividad, por lo que desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase y el Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS), declaramos todo nuestro apoyo a la lucha del pueblo panameño por mejores condiciones de vida y por contrarrestar las políticas patronales. |