La crisis económica, social y política se agudiza cada vez más. La renuncia de Guzmán no fue un cambio en la política económica del Frente de Todos, todo lo contrario, la asunción de Batakis estuvo acompañada de guiños al capital financiero y los mercados, como también al FMI con quien se reunió para dejar en claro que van a continuar con el ajuste. El peronismo en elecciones nos vendía que llegaba “la vida que queremos”, pero una vez en el gobierno continúo con el ajuste del macrismo. Las grandes patronales y el campo presionan para una mayor devaluación y ajuste al pueblo trabajador, que continúa pagando los platos rotos de esta crisis a la que nos condujeron todos los partidos tradicionales.
Para los próximos días se esperan tarifazos en los servicios, como también en el transporte que aumenta un 40%. La inflación anual estipulada ronda el 100%, mientras los salarios siguen perdiendo poder de compra en un país con diecisiete millones de personas en la pobreza. Cerca del 65% de la juventud cobra salarios por debajo del índice de la pobreza y tiene trabajos precarios y sin derechos.
En las universidades, de vuelta a la presencialidad, se vio como la crisis económica golpea a los jóvenes que estudian para poder tener un futuro mejor. En la UNGS cerca del 40% de los inscriptos en la pandemia desertaron, y con la vuelta a las aulas esto no hizo más que profundizarse: al finalizar la cursada la universidad estaba vaciada. Es que muchos tenemos que elegir entre estudiar o comer. Nos es imposible poder costear los gastos que implica mantener la cursada: fotocopias, boleto, comida, una merienda, sumado a los altos ritmos de trabajo o la precarización laboral.
Este descontento y bronca con la situación que estamos viviendo se expresó en los cientos de estudiantes que votaron representantes estudiantiles de izquierda e independientes en las últimas elecciones de consejo. En un mar de deserción la Izquierda al Frente obtuvo el 25% de los votos, conquistando tres consejerxs superiores y dos conejerxs de instituto, espacios al servicio de la organización estudiantil para enfrentar el ajuste.
El gobierno del Frente de Todos durante estos dos años recortó un 20% el presupuesto educativo superior, con presupuestos por debajo de la inflación. Pero no lo hizo sólo, para ello tuvo cómplices: fueron las gestiones universitarias las que dejaron pasar el ajuste y, como en la UNGS, hasta votaron el presupuesto a la baja en los órganos de co-gobierno. De esto también fueron parte las agrupaciones peronistas aliadas al gobierno, como El Puente y el FUNyP. Como consecuencia de estos ajustes se empezaron a ver las consecuencias: altísimas tasas de deserción, cupos restrictivos en las cursadas, nula expansión de la oferta académica, paralización de las obras de infraestructura, las becas que brinda la universidad siguen sin pagarse y los salarios de los docentes siguen perdiendo frente a la inflación.
Para colmo, la ministra Batakis anunció que va a cumplir con la reducción del déficit que prometió Guzmán al FMI. Actualmente el recorte presupuestario a la universidad se está dando vía subejecución del presupuesto. Hasta el momento se retrasaron $55.051.000 que correspondían a la primera mitad del año. Frente a esta situación el Centro de Estudiantes, dirigido por El Puente y el FUNyP no dicen ni hacen nada, siendo funcionales a este ataque a la educación pública, mientras en elecciones dicen que están por su “defensa”.
La gestión de la universidad, avalada por la Ley de Educación Superior menemista y neoliberal de los ´90, pretende sortear el déficit presupuestario entregando la educación pública a los grandes empresarios, que se apropian del conocimiento que ésta genera para seguir acumulando ganancias y enriqueciéndose. Lo hace por medio de convenios entre la universidad y las empresas. Actualmente son casi 100 convenios. Algunos son de “colaboración”, otros directamente pasantías para estudiantes, que no son otra cosa que trabajo precario, por salarios que no llegan ni a la mitad de una canasta básica. Empresas como Roemmers, que en la pandemia acumularon enormes fortunas lucrando con la salud, mientras miles de familias perdían a sus seres queridos. También lo hacen con cursos y diplomaturas pagas, orientadas exclusivamente al mercado.
Como planteamos en las últimas elecciones del Consejo Superior, nosotros peleamos por una universidad que esté puesta en función de las necesidades sociales. Para que todo el conocimiento, los avances científicos y la ciencia, sirva para generar puestos de trabajo, terminar con la pobreza y el hambre, para planificar la producción en armonía con el medio ambiente, como lo hacen Madygraf y Zanon, dos fábricas bajo gestión obrera que producen de manera consciente y planificada. Creemos que es posible otro tipo de sociedad, como lo muestran en pequeño estos dos ejemplos. La universidad tiene un enorme potencial si está puesto en función de ésto, y no de la ganancia empresarial.
El ajuste del FMI recién empieza. Las fuerzas mayoritarias y tradicionales, tanto peronistas, radicales, como el macrismo, demostraron que gobiernan para los grandes empresarios, los especuladores y el Fondo. Ni hablar la derecha recalcitrante de Milei-Espert, que posan de outsider, pero quieren profundizar las viejas recetas neoliberales en contra de lxs trabajadores. Así mismo, recién empieza la resistencia, y para llevarla a cabo es fundamental poner en pie una gran alternativa política que pelee por lo que es nuestro, junto a las y los trabajadores, que no se quede masticando la bronca o agachando la cabeza como nos proponen las distintas agrupaciones aliadas al gobierno, que plantean que lo único posible es la miseria a la que nos llevan.
Desde la Juventud del PTS nos venimos organizando para enfrentar el ajuste que viene llevando adelante, y que va a profundizar, el gobierno de Alberto Fernandez y Cristina Kirchner. En esta pelea sos muy importante. Tenemos el desafío poner en pie instancias de debates en la universidad, junto a las y los compañeres que simpatizan con el Frente de Izquierda - Unidad, con aquellxs que dimos distintas peleas como la conquista del aborto legal, con lxs que venimos peleando contra el modelo extractivista del gobierno.
Queremos poner en pié organizaciones estudiantiles que realmente peleen por la educación pública, pero también por todos los derechos de los trabajadores y la juventud. Organizaciones independientes de la gestión/rectorado y de los gobiernos que nos trajeron hasta acá. Ellos quieren que estemos divididxs y desorganizadxs, nosotrxs nos proponemos unirnos, coordinarnos y potenciar la fuerza que tienen todos y cada uno de nuestros reclamos para pelear por todas nuestras demandas. Unidos, trabajadores y desocupados que salen a luchar, jóvenes precarios, estudiantes y mujeres, para enfrentar las políticas del FMI, junto a los referentes del PTS, Myriam Bregman, Alejandro Vilca y Nicolás del Caño, que siempre están en cada lucha de las y los trabajadores y la juventud. Una primera cita de honor es este jueves 28, en la plaza de mayo, junto al movimiento de desocupados que pelea por trabajo genuino.
Invitamos a todxs a ser parte de esta pelea y conformar la agrupación En Clave Roja que pelea por una salida socialista a la crisis en curso y contra la barbarie capitalista. |