Utilizando la crisis del gobierno de Alberto Fernández y el cambio de poder a manos de Sergio Massa como factor de distracción, Las autoridades de FADU ligadas al radicalismo, votaron un reglamento del Consejo Directivo que busca limitar aún más la participación en la toma de decisiones en lo que respecta a nuestra casa de estudios y allana el camino para aplicar reformas como ya hicieron en otras facultades donde gobiernan como en Económicas o Medicina por nombrar algunas. Este nuevo reglamento otorga una especie de superpoderes al Decano atentando contra el sistema de cogobierno del propio organismo.
Cabe destacar que esta votación se da el último día del mandato de los Consejeros salientes, lo cual expone aún más la maniobra política de las autoridades aprovechando la composición del Consejo a su favor, debido a que se ausentaron 4 consejeros de la oposición ligados al Frente de Todos, dejando el lugar a los consejeros suplentes que votaron junto al oficialismo. El nuevo reglamento fue aprobado por 11 votos a favor y 3 en contra.
Algunas de estas modificaciones al reglamento nos permiten ver la búsqueda por parte de las autoridades en convertir el Consejo directivo prácticamente en una escribanía para seguir garantizando convenios con empresas y avalar la especulación inmobiliaria y la mercantilización de nuestros conocimientos. La Fadu tiene un largo historial en lo que refiere a respaldar convenios especulativos, desde el aval institucional hasta poner a disposición recursos y el conocimiento de les estudiantes para estos negociados, como el proyecto de Costa Salguero o hace unos años la venta de tierras del Tiro Federal por nombrar algunos.
También podemos ver que con este nuevo reglamento, no se garantiza la transparencia sobre los debates ocurren tanto en las comisiones como en las sesiones del Consejo. Donde no se puede tomar registros audiovisuales a excepción de los miembros del mismo. En el caso de las comisiones se trata de un avance aún mayor, ya que pierden el carácter de públicas pudiendo presenciarlas exclusivamente los consejeros directivos y además reducen su participación a 5 miembros.
¿Y nuestro Centro de Estudiantes?
El gran ausente fue el CEFADU conducido por ReFadu (Franja Morada) que frente a este atropello antidemocrático, no se hizo presente a la sesión para denunciar el nuevo reglamento y no realizó ni un pronunciamiento por redes sociales repudiando este hecho.
Claro está el alineamiento de la actual conducción del centro de estudiantes con el gobierno de la facultad, que cuando se trata de defender los derechos de les estudiantes no aparecen, pero digamos todo, el agua para el mate está caliente…
Es necesario conquistar espacios de participación donde estudiantes, junto a docentes y no docentes debatamos como enfrentar este ataque antidemocrático como también organizarnos y enfrentar el ajuste del gobierno del Frente de Todos, para pelear por más presupuesto universitario, por becas para que nadie se quede sin cursar, por salarios dignos para nuestros docentes y la regularización de los miles de ad honorem que sostienen nuestras cursadas.
¿Qué proponemos?
Desde ContraImagen y Juventud del PTS peleamos por democratizar los órganos de cogobierno con mayoría estudiantil, claustro único docente y participación no docente, estableciendo el voto directo (una persona, un voto), como mecanismo de elección de autoridades y revocabilidad de los cargos. Como forma de garantizar la verdadera democratización, no sólo la pluralidad de voces y propuestas académicas disidentes, sino también cuestionar profundamente los contenidos existentes para ponerlos al servicio de los intereses de las grandes mayorías. Esta es la única vía para cuestionar los intereses de clase que promueve hoy la Universidad y hacia donde van dirigidos nuestros conocimientos.
Nuestra agrupación viene desarrollando iniciativas en el sentido opuesto, buscando construir lazos con los sectores populares como lo son los trabajadores despedidos de Latam apoyando su lucha desde el comienzo o las familias que pelean por tierra y vivienda de la Toma Fuerza de Mujeres de la Villa 31 con quienes venimos impulsando un documental junto a estudiantes Arquitectura, Imágen y Sonido y Gráfico. Estas iniciativas muestran en chiquito la potencialidad de esta unidad entre estudiantes y trabajadores, poniendo los conocimientos al servicio de las grandes mayorías.
Dar esta pelea por una mayor democratización lleva también a cuestionar las trabas materiales que hoy imposibilitan el acceso y permanencia en las universidades: necesitamos becas integrales para poder estudiar, que podrían garantizar el ingreso irrestricto a la universidad pública y que nadie se quede sin estudiar en el marco del ajuste que estamos viviendo.
Sumá tu firma para rechazar este nuevo reglamento antidemocrático
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