En la planta de San Justo de IPESA, fabricante de silobolsas, falleció esta mañana un trabajador aplastado por la máquina en la cual desempeñaba sus labores. Está máquina tiene más de 50 años de antigüedad, sin inversión y mantenimiento ya que no cuenta con los sensores de seguridad como parada rápida.
Los trabajadores denuncian que esa misma máquina había accidentado ya previamente a otros trabajadores.
Un verdadero crimen a manos de los empresarios que desprecian la vida de los trabajadores, solo prima su sed de ganancias. Una muerte aboslutamente evitable. Necesitamos frenar esta situación.
El sindicato tiene que llamar a una asamblea de manera urgente en todas las plantas para discutir una respuesta porque nuestras vidas valen más que sus ganancias. Comisiones de seguridad e higiene bajo control de los trabajadores y técnicos ya, en todas las plantas.
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