La paritaria es un reclamo central de las y los trabajadores tercerizados de GPS y de todos los aeronáuticos. La crítica situación del país y el salto inflacionario había dejado por el piso el magro 40% que había firmado la conducción de UPADEP en marzo de este año. La bronca con el sindicato es grande, por años de entrega de salarios y por su constante práctica ilegal, fraudulenta y antidemocrática si de elecciones de delegados hablamos. Sin embargo, lo negociado no recupera lo perdido en 2020 y 2021, ni los retroactivos adeudados, y está por verse si este porcentaje no perderá con una inflación incontrolable.
El hecho que llenó de fuerzas a los trabajadores fue la demostración que significó la histórica elección interna de pre-candidatos a delegados, enfrentando las maniobras fraudulentas de la UPADEP. Organizada 100% desde abajo, votada en asambleas, con juntas electorales por turno donde se expresaron todas las listas y tendencias políticas, contra la intervención a la comisión interna por parte de la burocracia, y en defensa de la democracia. Votaron cientos de trabajadores eligiendo sus candidatos y significó una derrota para el sindicato y la empresa.
A partir de esto convocamos a una consulta virtual al conjunto de aeroparque sobre qué medida de fuerza tomar, partiendo de la base de lo votado en asambleas, donde se venía intercambiando un corte de Av. Costanera y un paro. Mientras los trabajadores debatíamos estas medidas de fuerza, un día antes se anuncia el acuerdo. Todo un mensaje político, donde también juega el gobierno nacional desde Aerolíneas Argentinas, que buscan “calmar las aguas” en un sector estratégico como el aeropuerto.
Sin embargo, el cambio de gobierno y la asunción de Sergio Massa con superpoderes (para cagar a los trabajadores) avizoran nuevos ataques al bolsillo y un ajuste a pedido del FMI que se profundiza. Con esta situación se transforma en urgente la necesidad de impulsar un gran encuentro nacional de ocupados y desocupados, con delegados, comisiones internas y sindicatos independientes al gobierno, que pueda debatir y unir fuerzas y que le exija a los sindicatos de la CGT y CTA que rompan la tregua y convoquen a medidas de fuerza para frenar el ajuste.
La pelea continúa. Días atrás y producto de una reunión entre delegados actuales y candidatos electos se redactó un pliego de reclamos que fue entregado a la empresa GPS y que sigue sin resolverse. La precarización se ve en cada detalle de todo lo reclamado, y que junto a la exigencia de elecciones de delegados al sindicato, son batallas en la perspectiva del pase a planta permanente que vuelve a sonar fuerte desde abajo. La coordinación con otros sectores en lucha en la zona costera de la Ciudad, como los portuarios de la Terminal 5, los aeronáuticos de LATAM o las vecinas y docentes de la Villa 31, va a ser central para sacar los conflictos hacia afuera y construir una fuerza para vencer. |