El móvil de La Izquierda Diario salió a la calle para saber qué opinan trabajadores y trabajadoras sobre los primeros anuncios del nuevo ministro de Economía. Las miradas son diversas: hay incertidumbre, malestar y un poco de bronca. Sin embargo, algunos esperan que no le vaya mal. Hay un punto que muchos y muchas comparten. Lo que se anunció no beneficia al pueblo trabajador.

Este jueves el móvil de La Izquierda Diario estuvo en la estacion Constitución, para conversar con la gente sobre las medidas anunciadas por Sergio Massa el miércoles por la noche. Las opiniones fueron diversas: desde malestar, dudas y decepción hasta cierta esperanza. Al mismo tiempo, una parte de los entrevistados y entrevistadas aun no conocía los anuncios.

Sin embargo, más allá de los diferentes puntos de vista, parece haber una mirada común sobre un aspecto: los anuncios no son a favor de la clase trabajadora y el pueblo pobre. Aún entre quienes votaron al Frente de Todos en 2019, nadie cree que se esté dando solución a los problemas de empleo o de pérdida del poder adquisitivo. O a la crítica situación que viven millones de jubilados y jubiladas.

Esa percepción concuerda con la realidad. Los anuncios del miércoles por la noche son la profundización de políticas de ajuste ordenadas en función de cumplir con el acuerdo con el FMI. Un acuerdo que tiene por finalidad pagar una deuda tan sideral como ilegítima y fraudulenta, que terminó garantizando la fuga de capitales.

Esta situación más general es la que planteó hace tiempo el Frente de Izquierda. Como se dijo ya en la campaña electoral de 2019, no existía posibilidad de compatibilizar ese acuerdo de ajuste con dar solución a las demandas más postergadas de las grandes mayorías populares.

Precisamente por eso es necesario pelear por una salida propia de la clase trabajadora a la crisis en curso. Una salida que empiece por tocar los intereses del gran empresariado que se benefició tanto con Macri como con el Frente de Todos. Un empresariado que sigue haciendo fortunas mientras millones ven hundirse su salario o el poder adquisitivo de sus ingresos.