El acalde de Valparaíso, Jorge Castro, militante de la UDI, expresó que esta normativa prohibirá : “efectuar pegatinas, grafitis, rayados, pinturas o expresiones análogas, y causar cualquier tipo de daño (...) en bienes nacionales de uso público, en muros y fachadas de inmuebles particulares y en vehículos, salvo que se cuente con la autorización (...), lo que debe hacerse por escrito". También señaló que si son menores de edad, la responsabilidad recaerá en los padres y que la fiscalización de la ordenanza será responsabilidad de carabineros o inspectores municipales, los cuales estarán autorizados para tomar infracciones y citaciones.
Es insólito que, Jorge Castro, miembro de un partido político que acarrea un sin número de casos de corrupción, implicados en el caso penta, y a su vez el mismo que no ha dado soluciones dignas a los damnificados del incendio en Valparaíso, es ahora quien impulsa esta medida. Recordemos también los miles de rayados que habían en su contra con la serigrafía que recorrió Valparaíso con su famoso “te invite yo a vivir aquí”, en el contexto en que se dirige a un poblador del cerro El Vergel Alto, quien exigía una respuesta digna por parte de la municipalidad ante el incendio.
¿No será que Jorge Castro quiere desaparecer todo tipo de cuestionamiento hacia el y los partidos del régimen que hoy en día se encuentran completamente cuestionados?
El grafiti como expresión popular
El grafiti es conocido como un arte callejero, que empezó alrededor de los años 60 en Nueva York, influido especialmente por la música hip hop. Es una expresión que se pinta en las paredes de los espacios urbanos, de manera libre, creativa y sin límites. Conocido por ser una imagen subversiva, que transgrede un orden establecido a través de su espontaneidad, y sus colores.
Valparaíso es la segunda capital del mundo más importante que mantiene este arte en sus paredes después de Sao Paulo. Es considerado como un lugar fascinante donde miles de artistas han plasmado su arte en la ciudad, conocida por sus rayados y murales que desbordan a todo el puerto.
En Chile en los años previos del comienzo de la dictadura militar, distintos grupos políticos pintaban murales para hacer visible su descontento con el gobierno, y demostrar en las paredes el rechazo hacia la dictadura .Es desde aquí como se fue gestando en Chile, toda una cultura de brigadas muralistas y grafitis, que hicieron una forma más de expresión y protesta en un tiempo donde todo tipo de arte se encontraba negado.
El grafiti y el muralismo es un arte nacido en las calles, que permitió también, el acceso al arte por parte de los barrios obreros y populares y que de esta forma estos sectores mas precarizados pudiesen disfrutar plenamente del arte.
Así, el grafiti y las pegatinas de sectores de izquierda, se conforman como un mecanismo de expresión democrática, y un peligro para los gobiernos de los empresarios, que prefieren que el pensamiento popular no se exponga libremente y que de esta forma en la calle no se exprese lo que se piensa de ellos.
El problema de lo público vs/ lo privado
También existe el dilema en que lo público se pone en función de lo privado, en momentos donde la estabilidad política y la crisis de hegemonía del régimen se encuentran en la palestra, donde las contradicciones de un régimen heredado de la dictadura, somete a miles de jóvenes a la criminalización simplemente por expresarse en las calles. Es la cultura que nos impuso la dictadura, donde Jorge Castro la respalda a través de la privatización, y corrupción de los partidos del régimen, donde son estos mismos los que gozan de completa impunidad y en cambio para quienes creemos que las calles son un espacio que se debe recuperar como forma de protesta, para así plasmar nuestras ideas, se nos es completamente negado. Las calles son un lugar de disputa con la burguesía, que debemos saber recuperar y apropiarnos de estas.
Como vemos, para regular nuestro descontento, nos seguirán sometiendo a sus medidas represivas y criminalizadoras, pero no podrán amedrentarnos, debemos luchar por recuperar el arte y las pegatinas en las calles, por la completa independencia de nuestro arte, para liberarlo de cualquier tipo de explotación y opresión. |