Vox busca aprovechar el previsible otoño caliente de luchas obreras por venir para hacer demagogia populista y propatronal. Siguiendo su política antiobrera y anticomunista, la formación de extrema derecha afirma que los empresarios estarían en el mismo bando que los trabajadores y el pueblo pobre porque “también sufren la inflación”. Los enemigos son el gobierno del PSOE-UP, los sindicatos en manos de las burocracias de CCOO y UGT y el ecologismo, responsables de la pobreza que sufren los trabajadores… ¡y los empresarios!
La extrema derecha quiere capitalizar la decepción de sectores de trabajadores que ven empeorar sus condiciones de vida a pesar del supuesto “gobierno progresista” del PSOE-UP, que mientras reparte algunas migajas entre la clase obrera, gobierna para garantizar los beneficios de los grandes capitalistas. Para ello agita consignas demagógicas y racistas, con las que afirma proteger al trabajador nativo, criminaliza a los extranjeros y trata de convencer a una parte de los obreros de que el empresario es su compañero de lucha.
Pero esta línea tiene patas muy cortas. En vez de que se suban los salarios, su programa es que se bajen los impuestos para proteger “a todas las familias”. Una milonga que tiene más de 200 años: bajar impuestos siempre ha sido uno de los caballitos de batalla antiobreros de conservadores, liberales y neoliberales para beneficiar a las patronales y defender sus ganancias.
Al mismo tiempo que promueve una conciencia negacionista totalmente reaccionaria ante la crisis ecosocial que vivimos, la extrema derecha carga duramente contra el Gobierno del PSOE y UP. Pero el objetivo de Vox va más allá de un ataque al “progresismo”, cosa fácil de hacer además cuando gobiernan para el IBEX35. Su objetivo es del mismo modo desprestigiar a las organizaciones obreras como los sindicatos, así como la idea de que los trabajadores puedan organizarse a sí mismos y de forma independiente. Y en este caso también las burocracias de CCOO y UGT facilitan la demagogia reaccionaria de Abascal y los suyos.
Hay que denunciar con virulencia a la extrema derecha y sus intentos de infiltrarse en el movimiento obrero a través de este tipo de iniciativas, con las que busca ampliar su base social. Contar ellos solo es posible luchar con una consigna muy sencilla: ¡Fuera el pseudo sindicato facha y propatronal de Vox! Desde Izquierda Diario y la CRT llamamos a declarar una guerra sin cuartel en todos los centros de trabajo contra los canallas de la extrema derecha que quieren disfrazarse de “organización obrera”.
Pero al mismo tiempo, hay que denunciar a quienes les dan cancha para estas maniobras. Las políticas antipopulares y el militarismo del Gobierno PSOE-UP, que es el mejor administrador de los negocios de los capitalistas, así como el apoyo por activa y pasiva de la burocracia sindical que solo se mueve aparentemente cuando Yolanda Díaz les da permiso ante la presión de sus bases solo sirven para alimentar a la bestia reaccionaria.
Décadas de diálogo y concertación social, la estrategia favorita de la burocracia sindical, han alimentado la desconfianza de las y los trabajadores en sus propias organizaciones. Por ello la extrema derecha busca beneficiarse de la integración de las burocracias sindicales en el Estado burgués y su rol de policías internos en el movimiento obrero para extender consignas antiobreras que conectan con el odio que la clase trabajadora justamente puede sentir hacia los burócratas, a los que no siente (y con razón) como sus representantes. ¡No dejemos que sea la extrema derecha quien tome y deforme la justa consigna de lucha contra las burocracias sindicales por sus traiciones a la clase trabajadora!
Para pelear contra la extrema derecha y sus repugnantes políticas no hay cerrar filas en torno al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos, los nuevos experimentos amplios como el de Yolanda Díaz o los sindicatos burocratizados, como rezan progresistas y reformistas. Hay que apostar por la auto organización de la clase obrera para imponer a los sindicatos que rompan la pasividad y convoquen a un plan de lucha por un programa de independencia de clase que ponga sobre la mesa medidas de emergencia para combatir la inflación, proteger los salarios de la clase trabajadora y plantar cara al militarismo imperialista del Gobierno y sus presupuestos a la medida de la OTAN, que es el mejor caldo de cultivo para que siga creciendo la extrema derecha. |