Faltando cinco días para el plebiscito, el gobierno se prepara para el 5 de septiembre y parte de estos preparativos es el posible cambio de gabinete que se realizaría con los resultados en la mano.
Pero el camino hacia este segundo tiempo del gobierno ya esta a medio trazar. Y es que las declaraciones tanto del mismo Boric como de importantes personeros del oficialismo dejan entrever que la dirección sería la moderación, y la imagen de dicha moderación sería el fortalecimiento del “socialismo democrático” dentro del propio gobierno y el comité político.
Hasta ahora el recambio más importante apuntaría la Segpres e Interior, la principal carta para reemplazar a Jackson en Segpres podría ser Miguel Crispi, exdiputado y actual encargado de la Subdere (Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo).
Crispi, militante histórico y uno de los fundadores de RD, representa a un sector moderado dentro de la colectividad, no por nada fue el designado por el partido para ingresar al ministerio de educación durante el segundo gobierno de Bachelet. O destaca dentro de su historial, la participación en diversas fundaciones ligadas al Partido Socialista, incluso trabajó con Óscar Landerretche en un proyecto de investigación en la Universidad de Chile.
Por eso Crispi podría ser una buena carta para Boric en la Segpres, ya que sus contactos con los Senadores socialistas (uno de los puntos débiles de Jackson) serviría para mejorar dicha relación y permitir abrir canales con Elizalde y compañía.
Sobre Interior aún no se han puesto cartas sobre la mesa y lo más probable es un rebaraje con las figuras mejor evaluadas del gabinete y que cuenten con experiencia política en gobiernos, es decir, figuras ligadas a “socialismo democrático” que es justo donde este sector viene poniendo sus dardos para ingresar con mayor fuerza al comité político (quizás un PPD o PS), según La Tercera suenan nombres como Montes, Monsalve o incluso Carolina Tohá. De conjunto si ambos cambios se producen, el giro hacia la moderación del gobierno sería un hecho consumado.
De todas maneras este posible giro se viene gestando desde hace meses, sobre todo con el término de la convención y las primeras encuestas que daban por vencedor la opción del rechazo. La estrategia de moderación del gobierno fue apuntalada con la política represiva en el sur del país a través de la extensión, ya casi indefinida, del estado de excepción constitucional (que ni críticas recibe desde el parlamento) y ahora último con el ensalzamiento de los símbolos “patrios” como la bandera apropósito de lo ocurrido en Valparaíso.
Con todo esto, como el mismo Boric lo ha señalado, el segundo tiempo será un momento de negociación entre partidos, lejos de la retórica “ciudadanista” con la que llegó al gobierno, la realidad es que nuevamente los partidos de los 30 años (PS y el PPD) parecieran estar en la primera línea de la toma de decisiones, sobre todo ahora que vendrá el tiempo de las “reformas”, sea a la vieja constitución y la apertura de un nuevo proceso constituyente, o a la nueva. |