En un comunicado de prensa emitido este miércoles, la sede argentina de Amnistía Internacional denunció que “Daiana Abregú no se suicidó” y exige “una investigación urgente, imparcial e independiente para lograr justicia en este caso de violencia policial”.
Tal como lo viene informando La Izquierda Diario en su cobertura especial del caso, la joven de 26 años que el 5 de junio falleció dentro de una comisaría de Laprida, al sur de la provincia de Buenos Aires, no se ahorcó dentro de una celda. Por el contrario, hay sobrados indicios de que detrás de su muerte está involucrado el personal policial, lo cual se ve agravado por el encubrimiento de los hechos de parte de funcionarios judiciales y políticos, especialmente del Ministerio de Seguridad bonaerense.
En su comunicado, Amnistía Internacional recuerda que “la Asesoría Pericial de La Plata, dependiente de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, presentó el informe final de la reautopsia y confirmó lo que había señalado preliminarmente: Daiana Abregú no se ahorcó y concluye que murió por asfixia mecánica por sofocación”.
Aministía coincide con lo que denunció este diario hace una semana, respecto a que “se había difundido un informe pericial del ateneo realizado por la Policía Federal que no contaba con todos los estudios médicos que constan en el expediente y que insistía con la hipótesis del suicidio”. Como se sabe, “a partir de ello, el fiscal de la causa resolvió liberar a los cinco policías que habían sido detenidos”.
Apenas conocieron los resultados del informe final de la Asesoría Pericial de La Plata, la familia Abregú y la Comisión Provincial por la Memoria (querellas particular e institucional, respectivamente) pidieron al fiscal Juan Ignacio Calonje la nulidad del informe de la Federal.
Se sobreentiende que si el fiscal reconoce que están en lo cierto y anula el informe trucho de la Federal, debería volver a pedir la detención inmediata de los policías procesados Vanesa Núñez, Juliana Zelaya, Pamela Di Bin, Leandro Furh y Adrián Núñez.
Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, dijo que el organismo acompaña el reclamo de las querellas y, “ante los contundentes resultados de la reautopsia”, exige “que se avance en una investigación imparcial y sin dilaciones que esclarezca los hechos y la participación de todas las personas involucradas en la detención de Daiana, su muerte e intento de ocultamiento de los hechos”.
El comunicado reproduce palabras de Roberto Balay, padrastro de Daiana: “La confirmación nos genera un dolor muy profundo, saber lo que le hicieron a mi hija, lo que tuvo que vivir en esa comisaría nos duele, pero también nos da fuerzas para exigir justicia. Desde el primer día supimos que Daiana no se había suicidado”.
El informe de la Policía Federal, autorizado por el Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Aníbal Fernández, junto a las declaraciones de los policías serían las “pruebas” más firmes con las que cuentan la Bonaerense y Berni para defenderse. Tras el favor que les hizo el fiscal Calonje al liberar a los cinco detenidos, el ministro creyó que podía llevarse (una vez más) la verdad por delante.
“Mire lo que nos pasó, lamentablemente en Laprida un día amaneció en una celda una chica ahorcada, se hizo las pericias (sic), se determinó que había sido un suicidio, vino la Comisión de la Memoria, presionó, presionó, presionó y la Justicia puso presos a cinco policías acusados de homicidio, de manera totalmente injusta”, dijo Berni en una entrevista televisiva el martes de la semana pasada.
Allí el ministro agregó que en la reautopsia “se omitió poner datos para avalar la postura” de quienes rechazan la versión del suicidio. Tres días después, con la presentación del informe final de esa segunda autopsia, los peritos de la Corte bonaerense echaron por tierra con sus dichos. Ahora Amnistía Internacional se suma al reclamo del fin del encubrimiento y la obtención de verdad y justicia para la familia de Daiana Abregú. | 
